Buzón


Políticamente incorrecto

Los esnobismos y las modas suelen calar fácilmente en quienes prefieren ostentar una educación antes que tenerla; es lógico, de eso se trata. Es así como el lenguaje “políticamente correcto” ha logrado hacer mella en el uso adecuado del idioma. Cada vez que asisto a una reunión, clase, conversación informal, conferencia, conversatorio o mesa de trabajo soy testigo de quienes creen que hablar mejor consiste en rebuscarse con artificios forzados como el famoso lenguaje incluyente. Durante toda la historia del idioma español han existido sustantivos que incluyen ambos sexos. Cuando decimos niños u hombres, estamos incluyendo también el sexo femenino, por supuesto. No hace falta decir los niños y las niñas, los cartageneros y las cartageneras, etc. Mucho menos es válida la aberrante cursilería de usar el símbolo de la arroba en reemplazo de la vocal final, pretendiendo con ello crear una palabra neutra o bisexual (con perdón por el neologismo de sentido). Pero hay algo que nadie recuerda: abundan los sustantivos femeninos que engloban ambos sexos, sin que nadie se ofenda. Por ejemplo, yo pertenezco a la especie humana, soy una persona, hago parte de la humanidad en general, y de la comunidad cartagenera, en particular, y he estado en algunas sociedades. Todos estos términos son femeninos, pero involucran ambos sexos. A nadie se le ocurriría decir "los y las personas"; sería un rebuzno. Tampoco he visto que se hayan ofendido los curas, astronautas, psiquiatras, obstetras, fisiatras, optómetras, artistas, dentistas, taxidermistas, violinistas, pianistas, falutistas, bateristas, guitarristas, taxistas, policías, poetas, novelistas, congresistas, publicistas ni periodistas, entre otros muchos, por tener una profesión designada en femenino. A propósito, al hablar de personas tampoco se dice género, sino sexo. El género es gramatical y se aplica a las cosas. Alex González Grau CC. 73.120.094 de Cartagena

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