Por culpa de Electricaribe

¡Por “culpa” de Electricaribe, volví a vivir mi infancia! Este domingo que pasó, esta empresa programó una suspensión de energía en varios barrios, entre otros, en el que resido, un Conjunto Residencial muy poblado de menores de edad. Pues bien, hubo entre niños y niñas juegos que hicieron recordar mí infancia e inclusive mi juventud. Entre los juegos estuvieron el “escondido”, al policía y al ladrón, las niñas sacaron sus muñecas para jugar a las “mamás”, otras jugaban al “velillo”, muchas de ellas jugaban a la “peregrina”, hubo una mamá mayor que decidió (a petición de su hijo pequeño), hacer el almuerzo al aire libre, al estilo de “Ángeles somos “. Unos niños jugaron “al bate” con una tabla plana que encontraron “por ahí” y con una bola de juguete. Por supuesto no faltaron quienes jugaban con un balón de fútbol, como también se bañaban en la piscina que hay en el conjunto residencial. Y a propósito de baños en piscina, la única que existía en aquella época era la del Hotel Caribe. Recuerdo, con mucha nostalgia, que los piepopanos y mangueros nos bañábamos, paseábamos en canoa, y pescábamos y en las aguas cristalinas (de ese entonces) del Caño de Bazurto. ¡Qué felices pasábamos! Sin mucha tecnología, todas estas diversiones y juegos al natural, y sobre todo baratos. Para terminar, cuando una mamá de un niño de aproximadamente seis a siete años, los llamó, el niño gritó a sus compañeritos de juego, Oigan, “teimau” (esperen)…; porque me voy a bañar! ¡Qué maravilla! Pero todos estos recuerdos se vieron truncados, cuando aproximadamente a las 12:00 m. regresó la energía eléctrica. Los niños y las niñas desaparecieron, con sus picardías, alegría, su bullicio, sus risas, y volvió el silencio sepulcral característico de todos los domingos. Razones: Llegó la luz, y con ello empezó la televisión, los juegos electrónicos, el internet que invaden la mente de los menores. Jaime González Armenta C. C. Nº 9.061.066 de Cartagena