Que Dios se apiade de Piedad

Cómo actúa de rápido la justicia colombiana en algunos asuntos y sobre todo cuando hay intereses personales, políticos o en su defecto odios enquistados en las fibras cardíacas de personas que están en el poder. Quiero referirme al caso de Piedad Córdo-ba, quien el 27 de septiembre fue destituida e inhabilitada por 18 años y ahora la Procuraduría ratifica esa decisión, hecho que me parece justo, si se actuó en derecho. Si la justicia colombiana actuara siempre así, otro gallo cantaría. Pero, desafortuna-damente, en la mayoría de los casos no su-cede eso, porque se imponen, a todo trance los ismos: amiguismo, nepotismo, favori-tismo, gamonalismo y el dinerismo, lo que torpedea, manipula y pervierte el estamento judicial, permitiendo que crezcan día a día la corrupción y la injusticia, la violación de los derechos de los ciudadanos, sobre todo los que no tienen amigotes en el po-der. Es oportuno citar un caso axiomático de injusticia sólo para ejemplarizar. Tome-mos el de aquellos afortunados que están en “cautiverio” por parapolítica, verbigracia Mario Uribe, William Pérez, los cuales, como tienen amigos en todas las esferas del Gobierno, solicitan permisos para asistencia médica y odontológica. Éstas se les otorgan a topa tolondra, y retornan cuando les da la gana y no pasa absolutamente nada. Pero desafortunadamente esto no aplica para el ciudadano del montón. Raffael Medina Brochero C.C.No. 85.200.386 de Santa Ana.