Qué diría Carreño

En los tiempos que corren, quien no tenga un Black Berry está fuera de moda. Yo tengo uno por supuesto, como también lo tienen las personas allegadas a mí y con las que compartía agradables momentos. Digo compartía porque, a pesar de que nos seguimos reuniendo, ya de esos eres sólo me va quedando la presencia física. Se aferran a su celular y están en realidad comunicados en mente y alma con personas ausentes, no levantan la cabeza, se ríen solas sin que yo pueda participar de la celebración. No me atrevo a hablarles por no interrumpirlas y, cuando lo hago, no me contestan, porque no me escuchan. En mis años colegiales era de rigor saber y practicar las normas contenidas en la urbanidad de Manuel Antonio Carreño, de la que estoy segura las actuales generaciones no tienen noticia.  En tiempos de Carreño no existían los celulares, pero en su obra están plasmadas las reglas de conducta social que se deben aplicar cuando departimos con otras personas y son las bases  para una convivencia respetuosa con nuestros semejantes. Hoy en día podríamos llamarlas normas de protocolo o glamour.  Cada día nos aislamos más de quienes nos rodean perdiendo el disfrute de compartir con amigos y familiares. ¿Qué diría Carreño si supiera de esta nueva moda?
Marina Mendoza Orozco
C. C. No.22.781.007 de Cartagena.