Que juegue el Baloto

Inconcebible lo de la señora Betancourt. Durante los días de su secuestro los colombianos se mostraron solidarios con su situación; la prensa nacional e internacional le dedicaron toda su atención; el gobierno, a solicitud del presidente de Francia, liberó a Granda para facilitar su libertad. Se hizo por ella más que por cualquier otro secuestrado; la “Operación Jaque” culminó con su liberación, sana y salva. La que hasta pocos días antes de su rescate aparecía en vallas alrededor del mundo como una mujer acabada, al borde de la muerte, apareció con buena apariencia; agradecida con el país, con el presidente y con las fuerzas armadas, que arriesgaron sus vidas por rescatarla. Tres días después de que Pastrana rompiera contactos con las FARC a la entonces candidata presidencial se le antoja ir a San Vicente del Caguán, a pesar de las advertencias del Gobierno de que no debía realizar ese viaje. La candidata asumió el riesgo, pues si todo salía bien, obtendría dividendos políticos; pero el desenlace fue otro y ahí sí, ella, su familia y su partido, hicieron responsable al gobierno. El Estado debe velar por la vida, honra y bienes de los residentes pero a ella le emitieron una “alerta de viaje” que no acató. Dos años tardó en hacer los cálculos; sólo $6 millones diarios por salarios y otras arandelas. ¿Cuánto habría que pagar a las familias de los diputados del Valle? La Betancourt peló el cobre. Un consejo, si quiere hacerse más rica que juegue el Baloto que tiene acumulado lo que ella pretende tumbarle a los colombianos, 15 mil millones de pesos. Víctor Quezada CC. 19.092.309 de Cartagena