Que se sepa la verdad

Entregó su vida haciendo el bien, defendiendo a sus vecinos y a  miembros de la vigilancia cívica del barrio La Victoria donde vivía con su familia, que hoy queda huérfana por la ligereza de la Policía Nacional en hechos materia de investigación. Le queremos informar a Cartagena que Leandro García Martínez no era un delincuente, tampoco un pandillero y  mucho menos un sicario. En ningún momento se enfrentó a la Fuerza Pública, tal como lo ha señalado la Policía. Por el contrario, él era un escolta entrenado mediante cursos. Era respetuoso de las autoridades y colaboraba con ellas. De todo lo anterior podemos dar fe los miembros de la iglesia donde se congregaba. Exigimos al comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena colaborar para que este crimen no quede impune. Le pedimos a la Fiscalía  y a los medios de comunicación su colaboración para que no ocurra con Leandro lo que quisieron hacer en Bogotá con el joven grafitero que después que un agente de la Policía le causó la muerto, lo hicieron aparecer como un vulgar delincuente. Gracias a Dios, a la justicia y los medios de comunicación se aclararon los hechos y se condenó a un policía.
Eligio Álvarez Arrieta
C.C No. 15.662.429 de Planeta Rica.