Recesión y desempleo

Es inexplicable que esté creciendo la hipótesis en el sentido de que las cifras económicas demuestran que al colombiano en general le va muy bien en esta época cuando, la verdad sea dicha, la recesión económica va de la mano del desempleo o viceversa. Lo que debemos ver es la realidad que se palpa en las grandes ciudades como, por ejemplo, el crecimiento de las familias desarraigadas, el aumento del subempleo o rebusque. En salud no es bueno el servicio y en materia de vivienda los programas son deprimentes pues las casas tienen áreas de construcción ínfimas, los servicios públicos en general presentan alzas impresionantes sobre todo en el agua. En Bogotá y las ciudades turísticas de la Costa Caribe - Santa Marta, Barranquilla y Cartagena -, se registran índices de inseguridad alarmantes pues son muchas las personas que, ante la falta de ingresos, se ven casi que obligadas a delinquir. Los alimentos que se comercializan en las plazas de mercado en el suelo, están por las nubes en materia de precios y los medicamentos registran alzas im-portantes para la industria farmacéutica pero perjudican al usuario o consumidor y el sala-rio mínimo para más de 4 millones de nacionales quedó en eso, mínimo. Ante este panorama, que todos lo estamos viendo a diario, no se puede afirmar que a los colombianos les va de maravilla pues las cifras, en materia económica, demuestran que los beneficiados sí son los grandes empresarios, grupos financieros y, sobre todo, las entidades bancarias o financieras y no las familias colombianas. Por lo anterior y otras cosas más de índole negativa podemos afirmar en forma categórica que con meras cifras no come cuento el pueblo y en estos tiempos, por la falta absoluta de una política en materia de programas sociales, estamos cada día peor. Jorge Giraldo Acevedo C.C. No. 12´528.591 de Santa Marta