En la edición del 3 de noviembre de El Universal me sorprendió leer en la página política que un par de días después de las elecciones, y a menos de dos meses de terminar el periodo de mandato, Alberto Bernal, gobernador de Bolívar, le pidió la renuncia a secretarios de despacho, directores de institutos y asesores. Las cartas de renuncia fueron entregadas a los funcionarios sólo para la firma. Rechazo la politiquería del gobernador Bernal, quien, en vez de atender la difícil realidad de las comunidades de Bolívar, se preocupa sólo por cambiar funcionarios, en una clara y evidente retaliación y persecución a los que no votaron por su candidata en las elecciones pasadas. La Procuraduría le debiera abrir una investigación por su abuso de poder y constreñimiento ilegal contra sus funcionarios. Seguramente somos los únicos haciendo crisis de gabinete a estas alturas. Afortunadamente, pronto descansaremos de un mal gobierno como el de Bernal. Un verdadero gobernador por lo único que debiera preocuparse es por resolver problemas en la comunidad afectada por la ola invernal, por la falta de empleo, la mala prestación de los servicios de salud y educación, el abuso de las empresas prestadoras de servicios públicos, entre otros males que aquejan a los bolivarenses. Pero no es así. Desafortunadamente, no es así.
Luis Caro Martelo
C.C. No. 9.291.671 de Turbaco.
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