El presidente Santos vivió la semana pasada una de las peores crisis que presidente alguno haya sufrido, solo comparable la que sudó Gaviria con la fuga de Pablo Escobar de la cárcel, en una locución que no convenció a nadie. El presidente salió a explicar que no tenía ninguna culpa en la peor reforma que se podría hacer a la Constitución Política colombiana, se abrían todas las puertas de las cárceles y los políticos y funcionarios regresarían nuevamente a la sociedad, pero eso no era todo, los congresistas se brindaban a si mismo sobre futuras causales de pérdida de investidura dándole nacimiento a la doble instancia, el presidente y su congreso perdieron legitimidad ante el país, con este adefesio que pretendieron montar, ya no da confianza entregarle a estos padres de la patria los grandes temas para que legislen, que esperaríamos con la reforma pensional, será una reforma plagadas de micos beneficiándose ellos, sus familiares y compinches o de la reforma tributaria que esperaríamos, con esto que sucedió no existe confianza en este cuerpo legislativo, se debería cerrar el Congreso o adelantar las elecciones para hacer un cambio, una reingeniería a este cuerpo legislativo que dejo de representarnos cuando intentaron legislar a su favor, me sumo desde ya al referendo revocatorio del Congreso y al llamamiento a nuevas elecciones y además que los actuales congresista no puedan aspirar a la reelección, con lo que paso en Colombia debemos tomar estas medidas drásticas, para el bien de la democracia.
Uriel Aguilar Álvarez
CC. 73.094.967 de Cartagena
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