Existe en el ambiente, la sensación de que las empresas, especialmente las industriales, (las de consumo masivo) se quieren enriquecer, o dicho de una manera elegante, sus gerentes quieren demostrar rápidamente altos rendimientos, no sobre el volumen comparativo de rotación de sus productos terminados, sino sobre alzas de precios, vendiendo un menor volumen (es decir con un menor esfuerzo). Se dan sucesos inverosímiles en asuntos de alzas de precios en las empresas, sin control aparente de parte de las autoridades. Miremos como ejemplos los siguientes casos: En el caso del arroz, se crea desabastecimiento. Los precios subieron el doble, las autoridades manifestaban en su momento que había suficiente arroz, pero nada, ni siquiera autorización de importación, y cuando lo hicieron el arroz lo devolvieron. El azúcar, su distribución está controlada por una sola entidad, y ellos ponen los precios cuando quieran y hay que pagarles por anticipado. La importación está restringida. En el caso de los aceites, la excusa, es la escasez. Los combustibles, si sube el petróleo, sube todo y sino de igual manera. Éste asunto está trillado. Las excusas para subir los precios son: No bajamos porque la gente ya está acostumbrada, que hay que mantener la rentabilidad. Es claro que aquí no operan las leyes de la oferta y la demanda, sino la ley del más fuerte, las leyes neoliberales, sin control. Javier Martínez Pérez C.C. No 73.073.535 de Cartagena.
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