Quiero informar a quienes tuvieron la oportunidad de leer el artículo publicado el domingo 10 de abril de 2011 en El Universal de Cartagena, que me alegra mucho por Bladimir y su familia por el éxito con que han propiciado el crecimiento de la fabricación de las galletas chepacorinas en El Carmen de Bolívar. Pero tengo que recordarle lo siguiente: la señora Josefa Corina inició un proceso de producción de galletas acompañada por mi abuela Zaida Núñez Piña. Estas galletas tenían gran aroma, que luego de su fallecimiento (Josefa Corina) logró perfeccionar y mejorar mi abuela Zaida. Ella inicia un negocio de galletas con 130 pesos. Salía a recorrer las calles del pueblo para posesionar este producto. Era ella quien viajaba a Cartagena a comprar todos los elementos necesarios para abastecerse y poder tener la producción de galletas necesaria. Es lamentable que Bladimir Duarte Díaz y Francisco Díaz se hayan olvidado de quién les brindó el emporio que hoy tienen. Mi abuela fue una esclava por más de 60 años de Francisco Díaz, porque del fruto de su trabajo nunca obtuvo un beneficio ni económico, ni moral, así como lo demuestran en este artículo.
Orlando Arrieta Núñez
C.C.No. 73.149.777 de Cartagena.
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