Buzón


Tierrabomba se muere de olvido

Una tarde, cuando volví a mi pueblo. Vi sus calles desiertas. Qué triste lo encontré. Sólo mi madre me esperaba en la puerta. Cuánto admiro la paciencia de esa noble mujer. Mi gente, por tantos años olvidada, dice ya no creer en nada, y con justa razón, porque es tanto el olvido en que han sumido a mi pueblo que nuestro arcoiris todavía nos sale en blanco y negro. Y si ayuda vamos a buscar, muchas puertas se nos cerrarán. Porque a muchos dirigentes se les olvida el sufrimiento de esa gente que por ellos fue a votar. Miren que cosas tiene la vida: se muere, se muere mi pueblo querido. Mi pueblo se muere, se muere de olvido.
Wilson Herrera Cardales
C.C.No. 73.139.883 de Cartagena.


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