Transporte masivo

Durante varios años, METROCAR fue la mejor empresa de transporte público masivo de Cartagena. Sus buses, en perfecto estado, estaban bien climatizados, con conductores y azafatas elegantemente uniformados y no se permitía pasajeros de pie. De un momento a otro, el servicio se vino al suelo: sin azafatas ni conductores uniformados, aire acondicionado deficiente, pasajeros de pie y con varios buses muy deteriorados. Como por el momento es el único medio de transporte masivo que sirve un poco -los demás son un desastre total- los cartageneros de todos los estratos socioeconómicos estamos esperanzados en que TRANSCARIBE resuelva el caos que padecemos en materia de transporte público. A pesar de las numerosas críticas, TRANSCARIBE se perfila, desde ya, como la mejor solución integral al problema de la movilidad en Cartagena que, entre otras cosas, le ha quedado grande a todos los que han pasado por la dirección del DATT, organismo supremamente ineficaz que debería ser remplazado por una Secretaría de Movilidad como en Bogotá. Dígase lo que se diga, si en vez de este sistema de buses articulados, se hubiera propuesto un metro terrestre, aéreo o acuático, las críticas no hubiesen faltado ni las soluciones mágicas tampoco. Mal que bien, TRANSCARIBE, con todo y sus repetitivos retrasos y sobrecostos, le cambiará la cara al Corralito de Piedra en sus cuatro puntos cardinales, inorporándolo, de una buena vez, al siglo XXI. Sólo hay un lunar: Bazurto, esa pocilga de abastecimientos que se asemeja más a un patético cuadro realista del siglo XIX, que a una moderna Central de Abastos. De no ser reubicado, quizás por intereses políticos, retrasará, quién sabe por cuánto tiempo, la conclusión de las obras de nuestro "transmilenio" local. RAFAEL E. YEPES BLANQUICETT CC. 9.093 223 de Cartagena.