Una “Cosa política”

Con la profusión de extranjeros recorrien-do el territorio colombiano, en gran parte gracias a los exitosos congresos que aglutinan a admirables catedráticos, nos llena de angus-tia el que estos lleguen a enterarse de aquel deprimente programa televisivo “la cosa polí-tica”. El pasado martes 10 de agosto, por ejem-plo, en aras de cumplirle a su salario de ‘con-dotiera de quinta’, tuvo que poner su cuota de seudo-periodismo tan deleznable como provinciano, sembrando intranquilidad con escarnecedor menospreciativo hostigamiento, al ridiculizar al mandatario venezolano Hugo Chávez porque no le dijo el apellido correcto a nuestro presidente J.M. Santos, y no expre-sar bien la palabra canciller cuando dicho cargo iba en una mujer. ¡Por favor! Qué pa-tética esta 'Barbie de pasarela'. Lo del pasado martes, era un momento crucial donde se tenía que definir desde un tono civilizado las relaciones entre Colombia y Venezuela. Por algo Zra Pound, advertía acerca de este tipo de provincianos obstruccionistas que imposibilita el paso civilizado de armonía entre los seres. Hasta el momento los colom-bianos ya nos hallamos blindados con res-pecto a esa deprimente programación televi-siva. Ahora evitemos en lo posible el que los extranjeros que nos frecuentan se vayan llenos de “pena ajena”. Pedro Blas Julio Romero. CC. 9070.771 de Cartagena