Buzón


Viajar y leer

En los tiempos que corren, todo se vende y se compra para satisfacer la amplia gama de la felicidad. Desde un traje hasta el auto que despierte todas las envidias. Si eres muy exigente, te venden la felicidad empacada en un crucero por el Mediterráneo llamado Costa Concordia. En estos paraísos flotantes queda poco placer que no sea satisfecho. Desde el tiquete de a bordo que te pone por encima de los demás mortales, pasando por el buen vino y los platos; y todo atendido por una servidumbre que te eleva al rango de emperador. A la gente le gusta viajar. Quizás se deba a la necesidad de vencer el tedio de una vida petrificada por la rutina y en no pocos casos para saciar los reclamos de la vanidad. Hay amantes de los viajes que darían todo por disfrutar el sol en la cubierta de barco. Tengo un amigo que me dice que prefiere viajar en la cubierta de papel de un buen libro. Leer y viajar son dos placeres que ninguna sabiduría ha sentenciado cuál supera al otro. Lamentamos el pánico, la angustia y las lágrimas que llenaron los pasillos del Costa Concordia. Por nuestra parte, mi amigo y yo levamos anclas para enfrentar miedos y profundidades al lado del impávido capitán Nemo a bordo del Nautilis, de Julio Verne.
Gabriel Cuadro de la Hoz
C.C.No. 3.782.850 de Cartagena.

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