¿Por quién doblaron las campanas?

El día de ayer, 4 de octubre de 2010, una algarabía de bronce retumbó en la tradicional Plaza de la Ermita, en el Pie de la Popa, debido a que las tres grandes campanas que reposan en el interior de la torre del templo, tañeron sus badajos en sonoros repiques por más de 20 minutos. Algunos parroquianos y vecinos de la Plaza, como doña Josefina Dunoyer, llamaron al despacho parroquial alarmados por suponer que había muerto el Papa o el Arzobispo, pero no era así. Las campanas de la Ermita, calladas hace más de cinco años, resonaron nuevamente por la muerte de un Gran Servidor de esta parroquia, el señor Alejandro Castellón Alcalá, quien fungió como sacristán por décadas y que, sin ser vecino del Pie de la Popa, era un personaje muy querido y cercano a muchas familias del barrio. Paz en su tumba. Aprovecho este espacio para aclarar que las campanas permanecen en silencio debido al estado de deterioro en que se encuentra el andamiaje de madera sobre el que estas reposan, el cual, en estos momentos, es objeto de estudio estructural para ser restaurado, como ha venido sucediendo con otras secciones del templo. Por eso invito a los feligreses de Ntra. Sra. de la Candelaria, y a la comunidad cartagenera en general, para que sean generosos con la morada de la Santísima Virgen en Cartagena, este bello y tradicional templo, que pronto cumplirá 100 años de construcción y continuo servicio pastoral ininterrumpido con más de 200 años de vida parroquial. Hernán Alberto Salazar Cabarcas C.C.: 8’852.274 de Cartagena Maestro de Capilla Ermita del Pie de la Popa