Buzón


¿Y ahora quién podrá responderme?

El martes 9 de noviembre, a las 10:30 a.m., en el semáforo de La Tenaza, un escolta motorizado golpeó, sin culpa, el stop izquierdo de mi carro. Sin importarle, siguió su recorrido. Me le acerqué, y muy groseramente me dijo que él era un escolta. Y arrancó nuevamente. Decidí seguirlo, y pasé de víctima a sospechosa. El trato que recibí de ahí en adelante fue indignante. Al llegar al destino final, el escolta empezó a acomodar todo a su antojo. Eran 2 camionetas, 4 motos, más de 20 policías contra mi palabra. Primero me acerqué al oficial encargado, el subteniente William Rodríguez, y le expliqué lo sucedido. Su respuesta fue marcharse. Luego, el comisario presente cuestionó mis palabras diciendo que habría que poner la moto al lado del carro para ver si yo estaba diciendo la verdad. Y se marchó. Logré identificar la placa de la moto (50-0286), pero, según los motorizados, ya ese policía se había ido a atender otra misión. El daño es mínimo, y fue sin culpa. Sólo traté de hacer las cosas por el lado legal: hacer un informe con un agente de tránsito y hacer efectivo el seguro del carro. Pero la policía sólo intentó disuadirme, mentir y dilatar la situación con el fin de hacerme desistir. Siento una total indignación por el trato que recibí. Catalina Restrepo Carvajal C.C. No. 45.517.898 de Cartagena.

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