Ya no se escucha, pero aún sigue la incompatibilidad, entre dos de las ramas del poder público. Esto, porque la Corte Suprema de Justicia, considera inviable la terna enviada por el Presidente de la República que está respaldado por el Congreso. De dicha terna debe escogerse, al Fiscal General de la Nación. Pero, ¿Qué será lo mejor para la Fiscalía? ¿Un Fiscal General con dotes gerenciales, para que lleve a cabo una excelente administración? Teniendo en cuenta que este coordina 4.000 fiscales, 10.000 investigadores judiciales, y otra cantidad de funcionarios más. De igual manera administra un presupuesto superior al billón de pesos anual. ¿O un penalista?, Que es lo que exige la Corte Suprema luego de una interpretación a lo que quiso plasmar el constituyente en la Constitución Política, en el Art.249 inciso segundo. ¿O es que hay intereses personales detrás de todo este conflicto? Y lo que sí creo no saber: ¿Quién cederá, a su caprichosa y hasta el momento, rígida posición? Carmelo Andrés Cruz C. C. No 1.101.008.981
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