Desde hace varios días los cartageneros observan con extrañeza un cambio "abrupto" en la fachada "histórica" del Centro Comercial Getsemaní, lo que ha ocasionado cuestionamientos de parte de expertos al Ipcc, por supuestamente permitir intervenciones radicales en los inmuebles de arquitectura representativa. Hoy el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena explicó que el desmonte de la parte frontal del inmueble se hizo con su autorización porque la estructura estaba completamente deteriorada. "Los materiales estaban podridos".
El Ipcc informó, a través de un comunicado de prensa que la decisión se tomó para prevenir un accidente lamentable y aclaró que ya la administración del Centro Comercial presentó un proyecto para restaurar la fachada atendiendo los requerimientos de conservación del tipo de arquitectura correspondiente al origen del inmueble.
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El informe técnico de la División de Patrimonio indicó que la estructura metálica se oxidó y deterioró los elementos de concreto, perdiendo su capacidad de soporte y obligando en principio a un apuntalamiento preventivo.
El balcón estaba construido con elementos prefabricados totalmente rescatables que estaban hechos con materiales de poca calidad acelerado por el uso de aires Minisplits, que ayudaron a su deterioro.
“Esta liberación se realizó para preservar la vida de las personas que a diario visitan el centro comercial y en razón de que su deterioro es tan excesivo que ya se estaba colapsando la fachada”, indicó el IPCC.
Por otra parte, Alfonso Cabrera, profesional especializado de la División de Patrimonio, explica que cuando un elemento está literalmente podrido y se empieza a desplomar solo, es poco o nada lo que se puede rescatar. “Esos elementos no son estructurales, sino mampostería, lo cual los hace frágiles al momento de tratar de rescatarlos”.
En el IPCC reposa un proyecto de restauración total del centro comercial, en donde se contempla la restauración integral de dicha fachada al estado en que fue reconstruida en los años 80.
“Estamos asesorando rigurosamente al Centro Comercial Getsemaní para lograr la preservación de este predio patrimonial. Es importante que los propietarios se acerquen a las oficinas del instituto para recibir la información pertinente y oportuna sobre la intervención de sus propiedades del Centro Histórico y su área de influencia”, indicó la entidad.
Sin embargo, Juan Carlos Pérgolis, experto en arquitectura republicana, asegura que el desplome del balcón pudo evitarse y, además, argumenta que la arquitectura de la fachada del centro comercial no es un modelo de los años 80, sino “un excelente ejemplo de arquitectura republicana que muestra la modernidad con la que los cartageneros, entre fines del siglo XIX y en las primeras décadas del XX quisieron hacer una puesta al día de su ciudad frente al deterioro en que la sumió el siglo XIX y a la competencia con Barranquilla y su puerto”.
“Si el balcón tenía riesgo de caída, seguramente se hubiera podido salvar –como tantos otros de Cartagena- con apuntalamientos provisionales y asesoramiento profesional. Si hubiera existido la intención de salvarlo, como la joya patrimonial que era, se hubieran hecho planos y levantamientos de medidas antes de la demolición. También se hubieran retirado con cuidado las columnas y los balaustres”, dijo.
Pérgolis asegura que el valor patrimonial de toda la cuadra frente al Parque Centenario, entre el Camellón de los Mártires y la calle de La Sierpe, “esta dado por la coherencia de su arquitectura que conforma una unidad estilística y por su identidad como representante de un momento en la historia de Cartagena”.
Razón por la que se muestra preocupado al conocer la demolición del “bellísimo” balcón con diez columnas de la fachada del Centro Comercial Getsemaní, que “era un hito en el conjunto de la cuadra”.
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