A las 2 de la madrugada de este viernes cuando empezó el aguacero que bañó a Cartagena durante cuatro horas, la tranquilidad para los habitantes de la calle San Fernando, sector Loma de Los Turbaqueros, en el barrio Lo Amador, llegó a su fin, especialmente para la familia García que una hora después pasarían un gran susto al desplomarse una parte más de su vivienda.
En medio de la lluvia el estrupicio dejó a los García atónitos; ya estaban despiertos porque desde que sintieron las primeras gotas estaban conscientes que el peligro era inminente; sin embargo confiaban en que nada iba a pasar, pero no fue así.
Cuando un pedazo más de la terraza de la casa se derrumbó salieron despavoridos, pidiendo misericordia a Dios. Diez personas adultas y una menor con parálisis cerebral habitan en esta casa que se está viniendo abajo poco a poco. El martes pasado, a las 10 de la mañana, se cayó, por primera vez una parte de la terraza, lo que aumentó el temor de la familia.
La vivienda de los García es uno de los cincuenta inmuebles que están en inminente riesgo en el mismo sector, sin que hasta ahora las familias hayan sido reubicadas.
Heiler Medrano también habita en una casa que podría colapsar en cualquier momento. Él comenta que la condición de riesgo de su inmeble es oficial desde el 2011 y que desde ese año hasta noviembre de 2016 se vieron obligados a mudarse y vivir en arrendamiento, pero debido a la situación económica se vieron en la necesidad de regresar a la casa.
"Las autoridades solo vienen cuando se presenta una situación como la de los García, pero del resto no aparecen a solucionar este problema", comentó.
Laura Mendoza, directora de la oficina de Gestión de Riesgo, aseguró que los García serán reubicados temporalmente y recibirán un subsidio de arriendo durante ese período.
La funcionaria expresó que el desplome de parte del inmueble se debe a la mala construcción de la casa y al cedimiento del terreno. Además, los dueños de la vivienda realizaron modificaciones para reconstruir la terraza, que al parecer, no contó con materiales óptimos.
Los residentes aseguraron que la casa ha permanecido en pie por cerca de 30 años.
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