Después de conocer el caso de Zoraida Ortega*, quien denunció la semana pasada que ella y su hija no han logrado ser incluidas en uno de los programas de atención médica del Distrito por ser portadoras del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la Red de Veedurías de Cartagena decidió intervenir.
“Vamos a denunciar ante la Superintendencia Nacional de Salud el caso de la paciente y su hija, portadoras del VIH, ante la falta de atención del DADIS para resolver la situación del Sisben de ambas, sabiendo perfectamente que hay una menor contagiada y la Constitución Nacional y la Ley de la Infancia y Adolescencia protegen sus Derechos Fundamentales”, anunció uno de los voceros de la Red que viajará al final de esta semana a Bogotá.
Según el ente de control, el derecho a la vida de estas dos personas prevalece ante cualquier otro derecho y el Departamento Administrativo de Salud Distrital (DADIS), “debió darle un tratamiento preferencial a este caso ya que primero está la vida y la salud que un trámite administrativo”.
NO PASÓ NADA
Hace una semana, después de que la madre cabeza de hogar manifestara que por estar desempleada cada vez le es más difícil mantener a sus tres hijos y la falta de tratamiento con retrovirales le ha traído problemas de salud, se dirigió al Dadis donde, según el equipo de Salud Sexual y Reproductiva, la atendió y le dio una orden de atención integral “para que la incluyeran en el listado de pacientes con VIH que están a la espera de atención.
“Lo que pasa con ella es que tiene un puntaje del Sisbén superior a 53 y eso significa que tiene capacidad de pago para afiliarse a una EPS contributiva (…) nos dijo que se iba a quedar sin tratamiento y le hicimos entrega de una caja de medicamento, pero hay que esperar a que la oficina de aseguramiento ordene que se le haga una nueva encuesta y miremos qué se puede hacer para que ella pueda recibir los servicios que necesita”, indicó Claudia Velásquez, directora del Programa de Salud Sexual y Reproductiva Dadis.
Respecto a lo dicho por Velásquez, Zoraida indica que no tiene medicamento hace más de dos semanas y que el que le dieron está dentro de los que más daño le hacen a su organismo, como lo indica su historia clínica, por eso decidió no tomarlos, ya que teme enfermarse más y perjudicar a su hija de un año que en este momento tiene una fuerte gripa.
Desesperada por la situación, la mujer de 34 años fue ayer a la Defensoría del Pueblo donde la orientaron y un abogado de la entidad inició el trámite necesario para que le sea suministrado el tratamiento integral, acción que junto a la de la Veeduría se espera que tenga prontos y eficientes resultados. *Nombre cambiado.
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