Una de las constantes en el Centro Histórico es la ocupación indebida del espacio público.
Así se ha evidenciado históricamente, pese a los controles que cada administración distrital ha hecho para frenar la incorrecta conducta que se da especialmente en las estrechas calles del Centro.
Con el Decreto 0356 de 2015 se reglamentaron zonas específicas del Centro Histórico para el aprovechamiento económico del espacio público en modalidad de uso compatible. De esta manera, se permite el uso en catorce plazas, plazoletas y parques, y siete espacios residuales y callejones.
Sin embargo, la ocupación irregular de las calles y andenes del Centro nunca ha estado permitida, y aún así, siguen manteniéndose las contravenciones en esos lugares.
Precisamente ayer en la madrugada el Distrito hizo un nuevo operativo para recuperar espacio público invadido. Se desarrolló en las Avenidas Venezuela y Escallón, plaza Benkos Biohó, La Matuna y Puerto Duro, y dejó como resultado once retenciones, entre las que había carretas de vendedores informales, sillas y mesas. Incluso, brigadistas de la Gerencia de Espacio Público del Distrito debieron remover gran cantidad de desechos que indigentes acumulaban en el espacio público.
“Es un trabajo duro porque no solo estamos frente a vendedores informales que invaden el espacio público sino frente a otro tipo de ocupantes como habitantes de la calle o personas que consumen droga y licor, y utilizan el espacio público para pernoctar. Estos últimos están dando pie a una situación con la que hay que estar alertas porque además generan demasiada basura en el espacio público al instalar camas improvisadas y tener el espacio que es de todos, como vivienda”, señaló Carolina Lenes, gerente de Espacio Público.
PRIMEROS CONTROLES DEL AÑO
El Universal recorrió calles del Centro Histórico como La Moneda, La Cruz, del Cancel, Vicente García, Primera y Segunda de Badillo, y presenció que la problemática se mantiene con algunos o –en casos específicos– muchos vendedores informales.
Sobre esos puntos, Lenes aseguró que el propósito es que los operativos de control y recuperación del espacio en el Centro sean permanentes para frenar la conducta indebida, por lo que en próximas diligencias se extenderían hasta esas zonas, explicando que con los comerciantes que cuentan con confianza legítima se iniciarían procesos de reubicación o reconvención económica, de acuerdo a las necesidades del Distrito, mientras que los que no cuentan con esa formalidad, deben ser removidos del espacio público.
Respecto a la ocupación que hacen habitantes de la calle, la gerente de Espacio Público advirtió que se proyecta un trabajo mancomunado con la Secretaría de Participación para atender ambas problemáticas.
“Tenemos que ponerle mucho ojo a esto. El problema no es solo el vendedor sino que todos quieren usar indebidamente el espacio público. El vendedor es un tema que desde el Distrito se puede manejar, pero con quienes usan el espacio público para generar basuras y situaciones de ese tipo, es algo complejo”, señala Lenes.
PARQUEO EN PLENA CALLE
Sumado a la invasión del espacio público por vendedores informales e indigentes, otra situación que siempre se ha observado en el Centro es la ocupación de calles con vehículos particulares. Por ejemplo, en la Segunda de Badillo ya se ha vuelto normal ver carros parqueados en uno de los carriles.
Frente a eso, voceros del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT) explican que el organismo dispuso de un grupo operativo en el Centro destinado a controlar diariamente esa situación, inmovilizando los vehículos sorprendidos infringiendo la norma.
Según el DATT, en 2016 se han impuesto 1.243 comparendos por mal parqueo en Cartagena. El Centro Histórico es la zona de la ciudad donde más se imponen sanciones por este motivo.
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