Ciencia


Alerta con las redes sociales

REDACCIÓN COLOMBIA

15 de noviembre de 2009 12:01 AM

Colombia es uno de los países de Latinoamérica que más utiliza las redes sociales. Según un estudio presentado por el director General para América Latina de Comscore, Alexander Banks, el 73 por ciento de los colombianos hace parte de sus audiencias. Sin duda es una herramienta de comunicación y de intercambio de información indispensable, pero el mal uso ha hecho que se presenten experiencias negativas que incluso han puesto en riesgo la integridad de sus usuarios. La situación más grave que se ha hecho visible fue cuando el país se estremeció con el asesinato de Ana María Chávez Niño en un apartamento del barrio Quinta Paredes, en Bogotá. La joven fue asesinada por dos sujetos el pasado 17 de septiembre, luego de contactarla a través de la red social Facebook. Otras situaciones, sin el tinte trágico, pero graves por las alteraciones personales que causaron, han experimentado colombianos usuarios de redes como Facebook, Hi5 y Twitter, en las que han sido víctimas de estafas, acosos sexuales y problemas matrimoniales. MENORES EN PELIGRO Jhon*, de 14 años, recibió una solicitud de amistad de una joven en su Facebook. Aunque el nombre no era familiar, la fotografía que la niña tenía en su perfil lo llevó a aceptar de manera casi instantánea. Con su nueva ‘ciber-amiga’ inició un vínculo que rápidamente pasó de las conversaciones normales entre un par de adolescentes a charlas candentes en las que se intercambiaron imágenes y videos con contenido sexual. El perfil de la red social, que era aparentemente de una adolescente de 15 años, pertenecía realmente a un hombre mayor. Después de subir de tono las conversaciones, el sujeto empezó a exigirle a Jhon que continuara enviando videos y fotos, de lo contrario publicaría el contenido anteriormente suministrado en internet para ser puesto en evidencia antes sus padres y profesores. "El adulto simuló ser un menor para ser aceptado en grupos de niños 12 y 16 años. Una vez la supuesta niña era aceptada manifestaba su deseo de ser amigos", narró el director de la Unidad de Delitos Informáticos de la Dijin, Mayor Freddy Bautista. Investigadores descubrieron que detrás de la inocente imagen, se escondía un delincuente que había ideado esta estrategia para estar en contacto con menores. La madre del joven empezó a percibir un comportamiento extraño. "Se veía nervioso, lloraba constantemente. Tenía problemas en el colegio y el rendimiento bajó, porque no estudiaba con tranquilidad", comentó la madre de Jhon. Junto a su otro hijo, entraron a la cuenta de Facebook del menor, en la que detectaron correos comprometedores con la supuesta amiga. Tenía mensajes como "qué mujer tan caliente. Dime de quién eres para hacer lo que quieres". La situación fue puesta en conocimiento de las autoridades, que después de meses de seguir la pista, descubrieron que más de 100 menores habían sido víctimas de este sujeto, que se encuentra ahora tras las rejas. MATRIMONIO EN SOS Luego de tres años de noviazgo Daniela y Juan decidieron iniciar una nueva etapa en pareja. Se casaron y empezaron a soñar con un futuro juntos. A los dos no solo los unía el amor sino la profesión. Ambos son periodistas y comparten su día a día entre la presión de la ‘chiva’ y las noticias. Por su trabajo nació la necesidad de vincularse a una red social, herramienta vital en una actividad donde la información y los contactos son claves. Ambos abrieron sus perfiles en redes como Facebook y Twitter. La decisión trastornó sus vidas. Para Daniela se convirtieron en una pesadilla frecuente los mensajes ‘afectuosos’ que le dejaban mujeres desconocidas a su esposo, quien recibía todo tipo de recados, especialmente de las alumnas de la Universidad en la que se desempeña como profesor. "Le hablaban del interés de pasar la materia como fuera. Le recordaba lo atractivo que les parecía y sin vergüenza le confesaban sus afectos", dijo Daniela. La situación desencadenó en contínuas peleas por celos. A pocos días de cumplir su segundo aniversario, la pareja vivía un verdadero infierno. Ella continuamente revisaba los perfiles de su esposo y los contactos con el interés de conocer las personas con las que se estaba relacionado. "No tenía paz. Cada vez eran más frecuentes mis visitas a su perfil para no darle tiempo a que borrara cualquier evidencia. Miraba especialmente los amigos y las fotos en las que era etiquetado", comentó la periodista. Con firme intención de poner fin a su matrimonio, la pareja decidió jugarse la última carta que tenían: Ninguno de los dos por sus ocupaciones podía cerrar sus perfiles; entonces, de común acuerdo, se eliminaron del Facebook y de Twitter. Ya no eran más amigos virtuales. No comparten actividades por este medio y jamás volverán a husmear en la intimidad del otro. Esta determinación les permitió volver a retomar sus proyectos, sin dudas ni reproches. "No niego que en ocasiones siento curiosidad. Me gustaría saber con quién habla y qué le escriben, pero la tranquilidad de mi hogar está primero. Ahora la tengo y no la cambio por nada", concluyó. ESTAFA VIRTUAL El fraude en las redes sociales no era un asunto conocido por Camilo Zapata, un colombiano radicado en Argentina a quien Hi5 y Facebook le permiten estar en contacto con su familia, amigos y patria. Este edufísico recibió un mensaje de su prima en el que le solicitaba ayuda porque se encontraba en un apuro económico. Ante la necesidad de su familiar, Camilo la contactó por el mismo medio, al que consideraba hasta ese momento seguro. "Es mucho más barata la comunicación por internet que una llamada. No tenía que dudar si estaba recibiendo un mensaje como muchos otros habían llegado. Además conocía dónde estaba yo y los nombres de tíos y sobrinos", comentó Zapata. Esta red social le dio la posibilidad de chatear con su prima, conversación que le permitió ratificar la necesidad por la que estaba atravesando. Camilo, sin apuros, reunió el dinero que en calidad de préstamo, le haría llegar a su prima. Intercambiaron datos. Ella le suministró un número de cuenta y la transacción fue hecha. Meses después Camilo se enteró que su prima había sido suplantada por alguien que, sin su permiso, ingresó a su cuenta, inspeccionó datos y con un trabajo de inteligencia intercambió información con sus contactos para suministrar el golpe. "Los delincuentes piratean (hackean) la cuenta de las redes sociales, como Facebook, Twitter, MySpace, y luego contacta a amigos o familia, simulan una situación de emergencia y piden dinero", señaló el mayor Freddy Bautista. RECOMEDACIONES DE SEGURIDAD - No aceptar personas que no conozcan previamente. - Tener activas configuraciones de privacidad. - No publicar en sus cuentas datos como dirección o teléfonos. - Restringir el acceso de desconocidos al perfil, datos personales y fotografías. - Los padres deben saber quiénes son los amigos y a qué grupos pertenecen sus hijos en las redes sociales.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS