Ciencia


Un “sexto sentido” gracias a la visión mejorada por ordenadores

REDACCIÓN MUNDO

07 de abril de 2010 12:01 AM

Imagínese que se le acerca un amigo, cuyo nombre de repente se le escapa, pero que una mirada a su teléfono móvil bastará para revelarle la identidad de la persona y la fecha del último encuentro entre los dos. O que al observar por primera vez un edificio en una ciudad desconocida, una voz le susurrara al oído el teléfono de un restaurante situado dentro del mismo. Bienvenido al mundo de la “realidad aumentada”, o el mejoramiento de la experiencia cotidiana a través de la tecnología virtual e interactiva. Prototipos de ambas aplicaciones -que funcionan a partir del uso novedoso de herramientas de seguimiento del ojo- fueron presentados el fin de semana pasado en una feria de tecnología en la estación de esquí de Megeve, en los Alpes franceses. Durante dos días, ingenieros y científicos presentaron lo último en investigaciones para estimular la percepción humana a partir de información proveniente de internet, de bases de datos especiales o incluso de información en el cerebro. Los primeros aparatos para monitorear el movimiento del ojo aparecieron en los años 40, para recoger información que permitiese mejorar el diseño de las cabinas de mando en los aviones. Esta tecnología, utilizada especialmente por los militares y en el diseño de herramientas para personas discapacitadas, está encontrando ahora otros usos. Más recientemente, los sistemas se han vuelto interactivos, posibilitando la transmisión inmediata a una persona de información originada en un ordenador. Un equipo del Centro de Investigación en Telecomunicaciones de Viena creó un rastreador de ojo de última generación, diseñado para desplazarse en espacios urbanos, que analiza información en línea. Los científicos austríacos conectaron el aparato, con una camára dirigida hacia el ojo del usuario y otra hacia la escena observada, a un teléfono móvil dotado de un compás y un sistema de posicionamiento global (GPS). Añadieron sensores que indican si el usuario está mirando hacia arriba o hacia abajo, y conectaron todo el aparato a un casco de bicicleta. Si el usuario cierra los ojos por dos segundos, envía un pedido de información sobre el edificio o monumento que se encuentra justo enfrente. Un ordenador de acceso remoto coteja la información recibida en bases de datos geográficas en internet, como Google Earth, y luego envía el resultado al teléfono móvil del usuario. “Queríamos que el sistema fuera lo menos intrusivo posible, así que usamos un motor de texto a voz, que transmite la información a través de un audífono”, explicó Matthias Baldauf, uno de los investigadores. “Funciona como un sexto sentido”. Otro invento presentado en Megeve fue el sistema del “Ojo asistido”, que usa la misma tecnología como un apoyo a la memoria humana. En vez de usar una cámara enfocada en el ojo humano, el programa desarrollado por un equipo de la Universidad de Tokio utiliza pequeños sensores infrarrojos. Aunque menos preciso, permite señalar un objeto dentro de un campo de visión e identificarlo a partir de una base de datos personalizada de imágenes y archivos, a veces llamada un “diario de vuelo personal”. “En el experimento registramos cien imágenes en una base de datos”, indicó uno de los investigadores, Yoshio Ishiguro. “Cuando el ojo se posa sobre un objeto, éste es reconocido por un ordenador, que luego extrae el archivo correspondiente”. El sistema es suficientemente ligero para ser montado en un par de anteojos de lectura, aunque los investigadores señalaron que aún no habían ideado la manera de transmitir la información al usuario. Una pequeña pantalla incrustada en los anteojos o un sistema de audio son algunas de las opciones, indicó Ishiguro.

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