“Uno espera poder caminar por el andén sin tener que ver todo el tiempo si está seguro o no, pero ajá”, indicó Magdalena Suárez, la única mujer en el mercado que se atrevió a dar su opinión sobre la invasión de espacio público en la zona.
Muebles de madera, colchones y vendedores informales tienen invadido desde hace varios años el espacio peatonal, desde la entrada al barrio La Esperanza (antiguo Hielo Imperial), pasando por La Quinta frente al Centro Comercial Colonial y hasta la Carrera 24 en el sector de El Toril. La situación en lo que va del 2014 tiende a empeorar, pues también la vía comienza a verse invadida.
A pesar de las reiteradas denuncias de peatones y de los medios de comunicación, los almacenes han hecho del espacio público frente a sus locales, una extensión de su almacén, haciendo complicado el paso de los transeúntes, a esto se suma el control inconstante de las autoridades para detener el caos en el sector.
El 24 de mayo del 2011, mediante Resolución 0015 se recuperó y se entregó ese espacio público a la Alcaldía Local Dos, y según la oficina de Espacio Público, es el Alcalde Menor quien tiene desde ese momento la responsabilidad de hacer la diligencia para recuperar los espacios peatonales.
“Cuando hay brigadistas”
Este medio consultó al alcalde menor de la Localidad 2, Rodrigo Reyes, sobre la situación del espacio público en esa zona, a lo que explicó que se trataba de un trabajo de supervisión diaria y que desde diciembre, por falta de brigadistas no se han hecho operativos de recuperación.
“Apenas este lunes llegaron los brigadistas, y en lo que queda de esta semana estaremos haciendo la diligencia pertinente”, indicó.
Respecto a si se realiza alguna labor para lograr que los comerciantes cedan y no invadan el espacio público, Reyes afirmó que él personalmente se ha dado a la tarea de ir de puesto en puesto hablando con los comerciantes y explicándoles la situación, pero que no es posible “negociar” el espacio público.
Sin embargo, la experiencia del peatón indica que uno o dos operativos al mes no son suficientes para lograr recuperar de forma real el espacio público y que mujeres, hombres y niños puedan disfrutar de caminar por los andenes de esta zona sin tropezar o sin ver como mejor opción bajarse a la vía y exponer su vida.
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