Por su potencialidad de contagio, preocupa que la incidencia del VIH-Sida no baje considerablemente en la ciudad, por el contrario, la tendencia es a la alza.
Según cifras del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) compartidas por el Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), en 2015 se reportaron 425 casos de VIH-Sida, de los cuales 277 fueron reportados en la fase clínica VIH y 148 en la fase clínica Sida. Hubo 54 muertes por VIH.
En 2016 se conocieron 437 casos nuevos, de los cuales 259 fueron VIH y 178 Sida. Además, se registraron 58 muertes por Sida. En total, en Cartagena existen “2.253 personas diagnosticadas y bajo tratamiento”, afirmó Claudia Velásquez Aguas, líder del programa de Salud Sexual y Reproductiva del Dadis.
Las cifras son altas y lo más grave es que - según la funcionaria -, “en el VIH se considera que por cada caso diagnosticado existen por lo menos siete personas alrededor de ese caso que no conocen su diagnóstico. Lo que quiere decir es que, como en Cartagena hay 2.253 personas diagnosticadas y bajo tratamiento, estaríamos hablando de alrededor de 14 mil personas infectadas con VIH”.
Sin embargo, Velásquez sostiene que “no es que se nos estén aumentando los casos de VIH-Sida ahora, es que desde 2011 tenemos un proyecto con el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida en el que hemos ido educando a la población para que se realice la prueba voluntaria del VIH en forma más regular, y hemos ido concienciando al cuerpo médico para que piense en VIH a la hora de realizar un diagnóstico al paciente”.
Precisó que “estamos promoviendo en 30 instituciones educativas del Distrito de Cartagena, en el área de bachillerato, la toma de decisiones informadas para el inicio de las relaciones sexuales, y les decimos que si tienen relaciones sexuales utilicen el condón como método anticonceptivo y para evitar una infección de transmisión sexual tipo VIH-Sida”.
Velásquez advirtió a la ciudadanía que “en peligro de adquirir VIH han estado todas las personas que han tenido relaciones sexuales, por lo menos una vez en su vida, sin usar condón. Todo el que haya estado en peligro de adquirir VIH debe hacerse la prueba voluntaria”.
Señaló que previo a esa prueba, “el profesional de salud tiene que hacer una asesoría al paciente donde mira qué información tiene con relación al VIH, le aclara dudas, le explica cómo es la infección, cómo se transmite y cómo no. Asimismo, el tratamiento a seguir, que es gratuito y de por vida, y lo reconforta en caso de que el resultado vaya a ser positivo”.
La líder del programa de Salud Sexual y Reproductiva recalcó que “toda persona que va a realizarse la prueba debe recibir antes la asesoría. Incluso debe quedar constancia, es decir, se le debe diligenciar un consentimiento informado, documento donde el paciente da permiso para que se le realice la prueba y certifica que esa persona le explicó antes todo lo relacionado con la infección”.
Sobre cómo el cuerpo médico ha incidido en el aumento de los diagnosticados con VIH-Sida, dijo que “hoy día no esperan a que el paciente esté agonizando, pierda peso, tenga diarreas continuas, problemas de piel y luzca demacrado para ordenarle la prueba de VIH. Les es suficiente con indagar si el paciente ha tenido relaciones sexuales así sea una sola vez, sin el uso del condón. No dejar de usarlo es la mejor recomendación”.
Están vulnerables
Claudia Velásquez Aguas, líder del programa de Salud Sexual y Reproductiva del Dadis, insistió en que “solo con tener una relación sexual sin condón se está catalogado como una persona en riesgo de haber adquirido VIH, pero estamos haciendo trabajo intenso en las poblaciones más vulnerables”.
En la ciudad, estas son : “mujeres y hombres trabajadores sexuales, habitantes de calle, HSH, es decir, hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres pero que pueden o no considerarse homosexuales; personas privadas de la libertad, mujeres trans y jóvenes en el contexto del conflicto armado y el desplazamiento”.
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