La diligencia de desalojo que tenía prevista el Distrito para este martes en el sector Playa Blanca, de la Isla de Barú, ha generado polémica por lo que ello podría acarrear para los nativos de la Isla.
El desalojo, que fue suspendido por orden de un fallo de una tutela interpuesta por habitantes de Barú, se da, según el Distrito, a “cerca de 100 construcciones de uno y dos pisos que están en terrenos de bajamar que no tienen permiso de la Dimar”.
Ante el hecho, varios concejales han considerado que “hay una intención marcada” por desalojar a los nativos y pidieron al alcalde Dionisio Vélez “que estudie el caso con detenimiento para evitar un enfrentamiento entre la comunidad y la fuerza pública”.
“Aquí en Cartagena se está dando una decisión de Gobierno contraria. Van a desalojar a los nativos de las playas de Barú para dárselas a unos foráneos y que Corplaya. Y el argumento es que los nativos no tienen título, que más título que haber nacido en sus playas, en su terruño”, dijo el concejal Alfredo Díaz Ramírez.
Con respecto a los permisos, Díaz Ramírez señaló que “el título que tiene Corplaya es un certificado que le da la Dimar. Qué es la Dimar, una cuestión que manejan los cachacos, que tienen sus intereses y dan concesiones para que exploten las playas”.
“Realmente hay un interés económico marcado de preferir a los foráneos para que exploten las playas. Como se trata de las playas más preferidas, y como eso da la posibilidad de hacer una gran explotación, por eso hay tanto interés. Por qué no desplazan a los hoteles que también están usurpando el bien público”.
Por su parte el concejal Antonio Quinto Guerra Varela consideró que “hay unas actuaciones administrativas y judiciales”, pero pidió que “no se quebranten derechos fundamentales como el derecho a la defensa y al debido proceso y que no se maltrate a los nativos”.
“LO QUE ES DE LOS NATIVOS ES DE LOS NATIVOS”
Los cabildantes coinciden en afirmar que es aceptada la regulación y recuperación del espacio público, pero que se debe tener en cuenta a los nativos y que, por unos cuantos invasores, no se “termine desplazando a los nacidos en las Isla”.
“Hay que saber identificar qué es de los nativos realmente y qué es de la gente que está aprovechando una oportunidad para hacer un negocio de momento invadiendo un terreno que no les corresponde. Si vamos a respetar los terrenos de los nativos, y ellos viven de ellos, hay que ver cómo hacemos para que ellos puedan quedarse en sus terrenos”, señaló el concejal Germán Zapata.
El cabildante enfatizó: “lo que es de los nativos es de los nativos, pero no vamos a permitir que oportunistas hagan uso de lo que no les corresponde”.
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