Inconformes dicen sentirse un grupo de familias residentes en el Conjunto Cerrado San Buenaventura, a las afueras de Cartagena.
Afirman que las casas (que valen $240 millones) les fueron vendidas por una firma llamada “Constructora Affo”. De vivir en ese conjunto, algunos tienen 7 meses y otros ya completaron el año.
Abimeleth Ramos Velásquez, uno de los residentes, contó que la primera inconformidad radica en que cuando resolvieron comprar las casas, la constructora les anunció que se trataba de un conjunto residencial cerrado.
“Ahora dicen que no es cerrado, con todo y que ese se anuncio está en la promesa de compra venta, en el plano y la valla de la Curaduría. La constructora alega que la notaría cometió un error en la redacción”, aseguró Ramos Velásquez.
Asimismo, señaló que la mayoría debió presionar a la empresa para que entregara las casas, pues la fecha de entrega siempre se postergaba. Pero cuando empezaron a ocuparlas las encontraron con deficiente energía eléctrica, sin agua y sin gas domiciliario.
“Nos entregaron un solo contador para siete viviendas. Lógicamente, la sobrecarga era tanta que se dañaron varios electrodomésticos”.
La dotación de agua y energía se resolvió después de muchas presiones de parte de la comunidad, “pero el gas natural aún no lo instalan, dizque porque no encuentran las redes principales. Por eso tenemos que cocinar con gas propano, lo que nos mantiene temerosos, porque aquí la población infantil no es pequeña”.
Agregaron que la urbanización es vecina de un sector del barrio Ternera llamado Rincón Guapo, que, presuntamente, padece problemas de orden público, “pero la única pared que nos separa de él tenía escasos tres metros de altura. La empresa debía entregarla con una serpentina, y no lo hizo. Como consecuencia, ya se nos han metido los ladrones.
Después de varias súplicas, lo que hicieron fue agregarle unos cuantos ladrillos más”.
Añadieron que las plaquetas y andenes de las calles no fueron bien acabados, además de que el alumbrado público es deficiente, por lo cual la noche es penumbrosa en ese sitio.
Darío Caicedo, otro afectado, manifestó que “no es posible que algunos hayamos pagado una casa desde hace 8 meses y ahora tenemos que rogar para que nos la terminen, como si fuera una vivienda de interés social. Los residuos de la construcción están por todas partes y las áreas comunes no están dotadas”.
El Universal intentó comunicarse con Amaury Brieva, uno de los representantes de la Constructora Affo, pero su teléfono siempre estuvo apagado.
A la gerente comercial, Ángela Ospino, se le llamó a las 4 de la tarde. Dijo que devolvería la llamada, pero nunca lo hizo. Se le llamó nuevamente a las 6 de la tarde y nunca respondió el teléfono.
El director administrativo de Control Urbano del Distrito, Olimpo Vergara Vergara, recomendó a los afectados que fueran a su despacho para revisar la documentación que generó la constructora, con el fin de determinar las anomalías y hacer los correctivos a que haya lugar.
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