Casi cinco años completa Tatiana Arias González en espera de que Coomeva EPS le autorice un by pass gástrico por laparoscopia.
La joven de 22 años contó que desde que tenía tres fue diagnosticada con un problema de tiroides que terminó en hipotiroidismo. Este trastorno tiene varios síntomas que pueden variar de una persona a otra y entre ellos está el aumento de peso que está afectando a Tatiana.
Hoy, ella padece obesidad grado III, también conocida como obesidad mórbida, pues por medir 1,69 metros y pesar 130 kilos, su Índice de Masa Corporal (IMC) es superior a 40. Para tener un peso normal su IMC debería estar entre 18,5 y 24,9, pero -según afirmó- Coomeva considera que no está muy subida de peso.
“Desde 2010 ingresé al grupo de obesidad de Coomeva. Mi mamá me llevó, me la diagnosticaron y me dieron dietas con las que nunca bajé de peso. En eso tenía 15 años y pesaba como 80 kilos. Mi mamá esperó que yo cumpliera 18 años para empezar a hacer el procedimiento de la cirugía”, dijo Tatiana.
“Empecé el procedimiento hace casi cinco años -señaló- y me mandaban para psicóloga, nutricionista, trabajo social, de un lado a otro. Cuando por fin el cirujano me aprueba el procedimiento me dice que lleve la orden al no POS (Plan Obligatorio de Salud) de Coomeva, allá la dejan en espera y como a los 15 días, eso fue en octubre de 2016, me dan respuesta. Me dicen que no, que no había muestra de que yo estaba gorda”.
“¿Cómo no voy a estar gorda?”, les respondió la paciente. “Me tomé fotos para que vieran que sí e insistieron en que no, y decían que también me negaban la cirugía porque no había pruebas de que yo les solicitara malteadas como suplemento diario, pero yo sí las tomaba. Entonces ahí fue cuando acudí a un abogado e interpuse una tutela que fue fallada a mi favor el 23 de diciembre del año pasado”.
Con tutela y desacato
En el fallo de tutela, el Juzgado Catorce Penal Municipal le ordenó a Coomeva EPS que dentro de un término máximo de una semana, contada a partir de la notificación de la providencia, realizara a Tatiana una valoración completa por un grupo interdisciplinario, para que justificaran en criterios técnicos y científicos su consideración de que no es necesario realizarle la cirugía de by pass gástrico por laparoscopia, brindándole en su lugar una alternativa efectiva para el tratamiento de su patología.
De considerarse pertinente, el juzgado ordenó a la EPS autorizar la intervención quirúrgica, garantizando todo aquello que sus médicos tratantes le prescriban. Por hacer caso omiso a la resolución judicial, el pasado 25 de abril se falló un incidente de desacato que impuso a Luis Carlos Gómez Jaramillo, representante legal de la citada EPS, una sanción de cinco días de arresto y el pago de una multa de cinco salarios mínimos legales mensuales vigente.
Tatiana dijo que “cuando no tenía abogado me frenaron el proceso de la cirugía porque me salió anemia, pero ya está controlada y hace ocho meses el cirujano me dijo que tenía la hemoglobina apta para la cirugía, pero nada”.
“Lo más importante -destacó- es que mejore mi salud. Yo me agito mucho caminando, me duele todo, y emocionalmente eso (la obesidad) influye. No me visto con lo que quiero sino con lo que me queda bien y eso es feo”.
Qué dice la EPS
Coomeva EPS informó que para el manejo de su patología, Tatiana requiere un acompañamiento pre y post quirúrgico a través de un programa especializado en obesidad, mismo al que se ha negado a asistir a pesar de ser un prerrequisito de su intervención.
Además, la instó a participar de la Clínica de obesidad, para garantizarle un tratamiento efectivo y sostenible para su patología.
No obstante, la paciente niega lo afirmado por la EPS.
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