Rafael Montes vivía en la casa de su madre, en el barrio San Francisco. Fue una de las cerca de 2 mil personas que hace cuatro años debió salir de manera imprevista de la zona como consecuencia del deslizamiento del terreno, que puso en riesgo a la comunidad.
El joven explica que tras el hecho, su familia resultó beneficiada con la reubicación en una vivienda en la urbanización Ciudad del Bicentenario. Sin embargo, hace poco más de un año él conformó un nuevo núcleo familiar y decidió retornar a San Francisco -en la zona donde estaba su vivienda- para construir un rancho en donde convivir con su mujer y su hijo.
“Nos metimos acá porque en ese momento yo no tenía trabajo”, explicó Rafael Montes a funcionarios del Distrito que ayer realizaron un operativo preventivo en la zona en riesgo, tras ser alertados de que una invasión se levanta en el sector.
Así como la de Rafael, son 16 construcciones de madera las que se censaron durante el operativo, en el que participó la Alcaldía de la Localidad 1, Gestión del Riesgo, Espacio Público y Corvivienda. En los ranchos habitan unas 40 personas.
Según informó Laura Mendoza, directora de Gestión del Riesgo del Distrito, algunas de las familias de esta nueva invasión ya habían sido beneficiadas con reubicación o entrega de subsidios. Por ello, se estudia una sanción a estas personas, ya que uno de los requisitos para recibir los beneficios distritales es precisamente la imposibilidad de residir en el lugar de donde debieron desplazarse.
Desalojo voluntario
Las viviendas que están asentadas en la zona en riesgo están construidas en madera y cuentan con energía eléctrica a través de una conexión artesanal. Los propietarios de los ranchos aseguran que todos los que están allí son antiguos residentes de San Francisco, aunque indican que personas de otros sectores de la ciudad han llegado al sitio a intentar construir nuevas viviendas.
“Esto no es mío, estoy acá cuidándole la casa a mi nieto. Él se crió en San Francisco, pero se fue a La Guajira y allá se le quemó la casa. Por eso, se regresó y montó su ranchito aquí, pero él sabe que aquí no puede estar”, contó una anciana que no quiso identificarse.
Con el operativo, en el que se recordó a las familias en el sitio el riesgo que supone el terreno, se espera que quienes están invadiendo la zona desalojen voluntariamente en las próximas semanas. Si esto no ocurre, las autoridades distritales realizarán un operativo de restitución del espacio en la zona.
“Se determinó hacer esta inspección y tomar las medidas correctivas necesarias para recuperar esta zona, que es de alto riesgo. Mal haría el Distrito con permitir hoy en día un asentamiento en este lugar, cuando todos sabemos que el riesgo sigue latente. Lo que buscamos es garantizar los derechos fundamentales de la comunidad, como derecho a la vida”, expresó Mauricio Betancourt, alcalde de la Localidad 1.
Comentarios ()