Desde el pasado 15 de junio un grupo de expertos empezó labores para determinar cuál es la solución definitiva para evitar que se desplome un pedazo del Salto del Cabrón, una roca que está en la parte alta del cerro de La Popa.
Después de hacer estudios de geofísica, para mirar las vibraciones y las frecuencias en diferentes sitios, perforaciones y análisis topográficos, ingenieros ya trabajan en los diseños de las obras de mitigación con base en la información de campo recopilada luego de aplicar estos estudios especializados.
Guilliam Barbosa Miranda, ingeniero civil, magister en geotécnia, docente del departamento de geotécnia y materiales de la facultad de ingeniería de la Universidad de Cartagena y coordinador técnico del convenio de los estudios del cerro de La Popa, le contó a El Universal que ayer terminaron con la última perforación y que en los próximos días entregarán los resultados al Distrito.
“Ya tenemos un diseño conceptual y estamos en pro de aterrizarlo en diseño de detalle o definitivo. Como solución analizamos unos sistemas de terrazas conformados por pantallas pilotes en la parte inferior de las calizas para protegerlas y evacuar el agua que cae directamente hacia la parte del Salto del Cabrón.
“También se está pensando en un sistema de anclaje del material calcario que está triturado, con un tratamiento de los drenajes naturales con sistemas de disipadores con gaviones para efectos de controlar el agua que se filtra por esta piedra. Además, hay que hacer una protección de los taludes con cobertura vegetal y en la parte baja hacer una trampa de sedimento”, explicó Barbosa.
El ingeniero recalcó que después de entregar los resultados de estos estudios, lo que falta es que la misma Alcaldía gestione los recursos y aplique al pie de la letra las soluciones sugeridas.
Diagnóstico
Respecto a las condiciones del Salto del Cabrón, Barbosa puntualizó que esta es una zona de tratamiento especial, debido a que hay un fracturamiento en la roca que se ha visto reflejado en la terraza del Convento y en el interior de este.
La parte afectada es una grieta que está focalizada en una esquina y que la fractura tiene una longitud de 7 metros por 7 centímetros de ancho de espesor y que su profundidad es de 4 metros.
Despertó pánico
Hace seis meses la ciudad entró en pánico al conocerse que el Salto del Cabrón, una roca de 40 toneladas que está en las alturas del cerro de La Popa, presentaba fisuras y tenía altas probabilidades de desplomarse.
Desde entonces, la Oficina del Gestión del Riesgo ordenó algunas medidas preventivas, como lo fue la prohibición del ascenso de vehículos y de turistas al convento de La Popa. Ante esto, el gremio de vendedores de artesanías aseguró que la situación les generó pérdidas, ya que sus ingresos se vinieron al piso ante la ausencia de compradores.
Estas restricciones se han controlado gradualmente, ya que los estudios han arrojado que el riesgo no es tan elevado como se pensó inicialmente, por lo que han permitido el desarrollo de actividades religiosas y turísticas.
La más reciente fue la semana pasada, cuando descendieron en procesión la imagen de la Virgen de la Candelaria por la venida del papa Francisco a Cartagena.
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