Cultural


Benkos canta su ópera

GUSTAVO TATIS GUERRA

26 de octubre de 2011 12:01 AM

Nadie se le había medido a la hazaña de encarnar a Benkos Biohó. El cubano Enrique Vidal se siente abrumado por este privilegio. Levanta sus brazos como un guerrero reencarnado en el tiempo, y su ceño está fruncido. “Ríete”, le dicen sus compañeros de la Ópera de la Calle de Cuba. ¿Cómo puede reírse un guerrero asediado por la muerte? La foto obligada frente al Castillo de San Felipe desata los recuerdos de 44 cubanos que han llegado en esta mañaba al periódico. “Fíjate chico, tanto viajar para encontrarnos con sorpresas y maravillas que nos devuelven a Cuba: Esto nos recuerda el Castillo del Morro”. Todo parece conciliar para el milagro común entre dos países. El poeta Pedro Blas de Getsemaní, ha recordado que en su plaza se gestó la Independencia de Cartagena, liderada por el cubano Pedro Romero. Ahora los cubanos vienen a encarnar nuestros propios mitos que son también de ellos.
Y el colombiano Jorge Emilio Fadul ha asumido el desafío musical de convertir a Benkos en una ópera, y el cubano Ulises Aquino, director de la Ópera de la Calle, recuerda que  Benkos Biohó  encarna algo más que la historia de la libertad en Cartagena. La suya es una epopeya de las Américas. “Bien pudo ser el héroe colombiano, afrodescediente y ser a la vez en Cuba: Quintín Banderas o Antonio Maceo”, dice Ulises que es un barítimo y una de las figuras emblemáticas de la ópera cubana. Para él la Ópera Benkos es una gigantesca conjunción de disciplinas creativas: danza, música, tambores, voces  al ritmo nocturno y ancestral del vibráfono.
“Hemos concebido esta Ópera Benkos como si fuera la última película de Hollywood, con siete tambores batá”, señala el Maestro Ulises Aquino.
La Ópera Benkos fue compuesta y es dirigida por  el músico  vibrafonista y percusionista Jorge Fadul Rosa. Sus  textos son  también  del compositor, con la coedición de  por Edgar Sierra, dramaturgo  y novelista sincelejano.

Suena el vibráfono

Jorge Fadul nació en Sincelejo en 1952. Sus ancestros son libaneses e italianos, pero afianzados en el Caribe colombiano. Estudió en el  Conservatorio Nacional de Música en 1973. Cofundador de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Colombia (creada en 1980) e integrante de la Orquesta Filarmónica de Bogotá (1980-1985).
Becado por la Universidad de Montreal en Québec (1989). Ha participado en diversos ensambles orquestales como Tolú (Jazz band –1980), Grupo de Solistas de Percusión de Bogotá, Montreal Jazz Big Band de la cual fue vibrafonista, compositor arreglista y director, el Latin-jazz Ensemble –en Canadá -, también ha conformado agrupaciones de latin-jazz en España como la Creativa Jazz Latino, además ha tocado y vivido en Venezuela, Puerto Rico, Estados Unidos e Inglaterra. Ahora en Colombia dirige la Jorge Fadul Big-band y el Sexteto de Jorge Fadul.
Ha alternado con artistas como: Justo Almario, Chucho Valdés, Francisco Zumaqué, Alfredo de la Fe, Anita Rodríguez, Günter Renz, Oscar Valdés, Miguel Angá Díaz, Art Velasco, Charlie Gómez, Enrique Pla, entre otros.

La Ópera Benkos es presentada por la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena, con el apoyo del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, de la Embajada de Colombia el Teatro Adolfo Mejía, la  Fundación Arte es Colombia, que preside la cartagenera Francia Escobar de Zárate.

Vuelve Benkos

Vuelve Benkos Biohó, tantos siglos invisibilizado por la historia local, convertido en mito soslayado y pasajero por la historiografía tradicional.
Hoy, en vísperas del bicentenario de la Independencia de Cartagena, se llega a la conclusión de que no habría Movimiento de los Comuneros, 14 de junio de 1810, 20 de julio de 1810 ni 11 de noviembre de 1811, sin el aporte de Benkos Biohó, precursor de la libertad de los africanos esclavizados.
A él se le debe la creación del Palenque de San Basilio y a los que palenques que siguieron en la zona de Mahates y Montes de María. Fue la conciencia de la resistencia y la organización de los cimarrones.
Su espíritu rebelde y libertario es un legado histórico. El 16 de marzo de 1621 fue ahorcado y descuartizado, su ejecución fue ordenada por el gobernador García Girón.

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