Sin ser gordo, calvo y bajito, Carlos Osuna, director de la película, que lleva ese mismo nombre, asegura que a través de este film está contando su propia historia.
La película animada, que narra la historia del más gris y anodino de los seres, fue según su director una forma de catarsis que tenía que ser liberada en algún momento y en ese formato.
“Todo surge de una anécdota personal. Cuando yo era adolescente me hacía la misma pregunta que tienen la mayoría de los muchachos en ese momento, quién era, y pues yo era un tipo de clase media sin ninguna característica especial que sentía que necesitaba algún elemento de identificación”, cuenta Osuna.
El elemento que utilizó el joven director fue personificar a un rockero para lucir más especial ante su clase, afortunadamente para él no había ningún otro con esa tendencia en su salón y funcionó a tal punto que se dejó crecer el cabello y rápidamente fue asumido de ese modo en su grupo.
Narra que todo iba bien hasta que un año después ingresó a su clase otro estudiante que se parecía mucho físicamente a él, pero que si era un “rockero de verdad”, entonces la posición que asumió Osuna fue la de emular las actitudes del nuevo y dejar de ser el rockero del curso para convertirse en la copia de otro.
“Buscando reafirmar mi identidad terminé convirtiéndome en la copia de alguien más. Yo quería llevar esta temática que es un poco de adolescentes a un momento más adulto, esa fue mi intención”, dice Carlos.
Explicó que la película requería ser animada con el fin de utilizar la técnica del dibujo y narrar un poco al interior del personaje, poder descubrir sus emociones y hacer una exaltación de ciertos gestos y emociones. Según Osuna la animación jugaba un papel para esta ocasión no como accesorio sino como parte de la historia.
Acerca del presupuesto del film prefirió no entrar en detalles y dijo que el precio no es lo realmente importante, lo valioso es el esfuerzo de la producción.
“Esto no se refiere al dinero, se trata de muchos esfuerzos. Si te digo un número siento que en cierta medida estoy hablando de cuantificar, de volver dinero unos esfuerzos que para mi son invaluables”, precisa Osuna.
Gordo, Calvo y Bajito, es una producción que mezcla la animación con el drama y que cuenta con la participación de reconocidos actores como Alvaro Bayona, Jairo Camargo y Florina Lemaitre.
Finalmente Carlos manifestó que este es el tipo de películas en la que el público se encuentra con una mirada muy amorosa a un personaje.
“Nunca se siente que nos burlamos del protagonista sino todo lo contrario... rescata al personaje dentro de su pequeñez y habla de todos nosotros y de esos pequeños cambios que tenemos que hacer en nuestra vida. Queríamos darle un mirada compasiva a esas búsquedas interiores que muchas veces se trivializan y a las que nadie les ‘para bolas’ y que nos hacen felices en infelices en nuestras vidas”, puntualizó el joven director.
Cultural
Carlos Osuna se libera de su pasado con la película ‘Gordo, Calvo y Bajito’
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