Cartagena se trenzó en el Salón de Arte

Las trenzas son una antigua tradición en el Pacífico y el Caribe, en la que las mujeres nativas tejían rutas de viaje, mapas y señales en la cabeza de la comunidad.
Eso se comprobó en la tarde de ayer en la acción performática Cartagena se trenza, dentro del 42 Salón Nacional de Artistas.
Las trenzas en todas las formas y tamaños adornaron la cabeza de más de cien personas que asistieron a la maratón de trenzados y ruta de peinados. El performance se cumplió en el baluarte de Santa Catalina. Allí se dieron cita, unos 60 afrodescendientes del Pacífico y el Caribe para dar muestra de la destreza estética de trenzar las hebras del cabello, forjando un mapa, una ruta, un paisaje y una figura.
En los cabellos lisos y "ruchos" de los asistentes, los trenzados formaban diversas figuras, todas con nombre propio: La cachetada del gomelo, El caracol cuadrado, El palo de coco y La estrella, eran las más reconocidas entre las trenzadoras.
Madelsy Márquez, de 22 años y habitante de La María, tardó menos de una hora en hacerle una trenza a una niña de 11 años, cuyo pelo cuscús se convirtió en un instante, en una espléndida cabellera larga y brillante. Ese trenza tardará unos dos o tres meses en la cabeza de la niña.
Los asistentes quedaron maravillados por la rapidez y el talento de las trenzadoras para armar figuras en el cabello.
Todos, incluyendo a la Alcadesa Judith Pinedo, la directora del IPCC, Irina Junieles, la directora de la Escuela de Gobierno y Liderazgo, Olga Acosta y la directora de la Agenda del Bicentenario, Gina Ruz, quienes participaron del evento y dejaron que sobre sus cabezas las trenzadoras hicieran sus propios mapas y figuras.
Jaime Cerón, asesor de artes Virtuales del Ministerio de Cultura, explicó que el evento hizo parte de un proyecto de los Curadores del Pacífico llamado "Ruta de las Tropas" quienes se dieron a la tarea de investigar sobre el origen de las trenzas en el Pacífico y el Caribe y descubrir su valor cultural para rescatar la tradición.
"Las trenzas dibujaban en la cabeza de los negros de la época de la Colonia, mapas de ruta para no perderse cuando salían de expedición o para esconder mapas y semillas".
Debajo del pelo hay una historia por contar...