La pequeña y activa biblioteca surgida hace 25 años en el sector de La Puntilla, en Olaya Herrera, es hoy la Casa de la Cultura Estefanía Caicedo.
Vimos nacer ese proyecto cultural que involucró a sus vecinos y mereció el premio a la mejor propuesta comunitaria a nivel nacional. En una sala arrendada de una casa se inició esa bella y ejemplar iniciativa cultural en la Zona Suroriental, plataforma de impulso a folcloristas, lectores, escritores, pintores.
El 1 de mayo de 1986, empezó a prestar sus servicios a la comunidad la Casa de la Cultura Estefanía Caicedo y en 1992 Fundalectura le otorgó el premio a la Mejor Biblioteca Pública del país.
Este fin de semana se celebraron estas Bodas de Plata con una jornada cultural, en la que se expuso a toda la comunidad diversas muestras musicales y teatrales, con la participación de reconocidos grupos como: Los Reyes del Piso, Fat Flow, Flow Callejero, Esforinca y Son Progreso.
Durante la semana, la biblioteca se trasladará a varias instituciones educativas de la ciudad, con el fin de mostrar no solo las actividades y programas que le ofrece a los niños, niñas, jóvenes y adultos, sino también para contar la historia y las buenas anécdotas que encierra este sitio de letras y notas musicales.
Este sueño no hubiera sido posible sin la actitud persistente y visionaria de un grupo de jóvenes obstinados que partieron de la idea de construir una memoria cultural: Marcos Bolaños, Rodrigo Romero, Wilfrido González, Eder Blanco, Ismael Serna, Orlando González, Rafael Ruiz y Sandra L. Lindo.
Ellos impulsaron el homenaje en vida a Estefanía Caicedo. Un gestor decisivo en el impulso a esta espacio cultural fue el poeta e investigador Jorge García Usta.
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