Cultural


Hoy, "El Quijote quiso venir a Cartagena"

GUSTAVO TATIS GUERRA

15 de febrero de 2012 12:01 AM

A las 5 de esta tarde en el Teatro Adolfo Mejía, disertará el escritor Óscar Collazos sobre “Ficción y realidad en la novela”.
A las 6 de esta tarde en el Teatro Adolfo Mejía, el poeta Jaime García Maffa  se referirá a El Quijote quiso venir a Cartagena.

Es seductora y llena de sorpresas esta conferencia del poeta y ensayista Jaime García Maffa: “El Quijote quiso venir a Cartagena”, que dictará a las 6 de esta tarde en el Teatro Adolfo Mejía.
Su intervención forma parte de la agenda del programa Letras, que promueve la Fundación Arte es Colombia, que ha invitado a los escritores Óscar Collazos, Jaime García Maffa, Jotamario Arbeláez, Juan Manuel Roca, Lucía Estrada. La artífice es la gestora cultural Francia Escobar de Zárate que ha diseñado un programa de tres días, con talleres y conversatorios, conferencias y un recital poético de clausura. A esta intensa e interesante agenda pueden asistir todos los interesados, de manera gratuita.
¿Cómo es la historia del Quijote  en Cartagena?
Miguel de Cervantes Saavedra contaba 43 años, en aquel 21 de mayo de 1590 en que escribe una carta al  Rey Felipe II, solicitando un empleo de contador de galeras en Cartagena de Indias. Había sido soldado en la guerra del Lepanto, en la que fue herido con dos arcabuzazos en el pecho y otro en su mano izquierda.
Mucho antes, a sus 22 años, había  sido camarero en Roma sirviéndole al futuro cardenal Aguaviva, fue apresado y llevado a Argel, en 1575, esclavo del griego Dalí Mamí, e intentó escapar hacia Orán de la mano de un moro,  fue condenado a dos mil palos y salvado finalmente por sus amigos. Una recolecta pública entre los mercaderes cristianos de Argel reunió 200 de los 500 escudos que costaba la libertad del novelista.
El cautiverio de Argel se convierte en la existencia de Cervantes, en el núcleo centrífugo de su fabulación. Esos cinco años enigmáticos, obsesivos y definitivos en su creación literaria son la primera cercanía tormentosa y  reveladora de Cervantes al universo de África, y a través de África, con el Caribe remoto que él llama como todos: las Indias.  De esos cinco años no podrá escapar jamás ni siquiera a través de la ficción. 
Entre dos encarcelamientos (1597 y 1602),  en la Cárcel Real de Sevilla, empieza a escribir la primera parte de su novela El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.  La gente hablaba de la novela como si ya hubiera sido impresa, en aquel 24 de agosto de 1604 en la feria de Alcalá de Henares.


La carta

  Con una letra menuda y nerviosa, Miguel de Cervantes Saavedra escribió la carta al rey en aquel 21 de mayo de 1590. 
La carta cuyo  original se conserva en el Archivo de Sevilla,  estaba dirigida al Presidente del Consejo de Indias, y en él Cervantes pide y suplica humildemente cuanto pueda a Vuesa Merced sea servido de un oficio en las Indias de los tres o cuatro que al presente están vacantes, que es el uno la contaduría del nuevo reino de Granada, o la Gobernación de Soconusco en Guatimala, o contador de las galeras de Cartagena, o Corregidor de la ciudad de la Paz.
Cartagena de Indias había sido fundada al pie del Caribe hacía cincuenta y siete años antes.
Una de las razones históricas que impidió que el escritor Miguel de Cervantes Saavedra viniera a Cartagena de Indias en 1590, fue su controvertido origen judío.
Uno de los requisitos de la Casa de Contratación en Sevilla, para viajar de España a cualquier lugar de América,  por aquellos días, era ser cristiano viejo, no ser moro, ni judío ni luterano, no tener antecedentes con la justicia, y tener alguna renta.
Cervantes además de arruinado y desempleado, tenía conflictos con la justicia, y le  había tocado soportar en su tiempo  quince juicios de sangre para demostrar que no era judío.
Eso ocurrió entre 1582 y 1590 en que soñó con vivir y trabajar en Cartagena de Indias. Se cree que el mismo Cervantes había falsificado su certificación de sangre en 1593.
El bisabuelo de Cervantes, Ruy Díaz de Cervantes,  era un comerciante de paños en Córdoba, y su abuelo, Juan de Cervantes, desvió su estirpe comercial por las leyes.
Esa misma Inquisición es la que lee, revisa y tacha algunos párrafos de  Don Quijote en los que la iglesia y los católicos viejos quedan en ridículo.
Cervantes no llegó a disfrutar del gozo de la segunda parte de su novela, cuando lo sorprendió la muerte, en su lecho de enfermo de hidropesía, vestido con el hábito de la Venerable Orden Tercera, en la que había ingresado hacía veintiún días, a sus 68 años de edad y siete meses, un 23 de abril de 1616.
Dos meses después de la aparición de El Quijote, un 22 de marzo de 1605, llegaron a Cartagena, a bordo del navío Espíritu Santo, dos cajas de libros. En la caja número uno, ochenta y cuatro ejemplares de El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, primera edición publicada en Madrid en la imprenta de Juan de la Cuesta.  En la segunda caja,  dos libros de los misterios del rosario, seis comedias de Lope de Vega, diez y seis libros más de El Quijote, entre otros.  Estos libros fueron enviados por los Inquisidores de Sevilla al Padre Maestro Fray Rodrigo Quintanilla, consultor calificador del Santo Oficio.
¿Qué hubiera ocurrido si el Rey de España le concede a Cervantes el permiso para trabajar en Cartagena de Indias, en aquel 21 de mayo de 1590?  ¿Cree usted que esa experiencia en América hubiera cambiado el destino, la trama y el ambiente de su novela mítica?
“La vida está hecha de azares, y las obras maestras son tan casuales como la vida de cualquiera de nosotros. ¿Llevaría Cervantes ya dentro de sí la historia de don Quijote en 1590? ¿Qué libro habría podido escribir confrontado con la realidad abrumadora y diversa de las Indias?
El poeta Jaime García Maffa aludirá estas sorpresas y misterios en la vida del escritor.


Jaime García Maffa

(Cali, 1944). Poeta y ensayista. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes y un Máster en Literatura de la Pontificia Universidad Javeriana. En su obra se traslucen influencias del existencialismo. Fue cofundador de la revista de poesía Golpe de Dados, que apareció en 1972, junto con Mario Rivero, Giovanni Quessep y Fernando Charry Lara.
Ha sido catalogado, con muchos otros poetas, en el grupo de la Generación sin nombre. Fue autor de las notas y el prólogo de la primera edición colombiana del Quijote . En 1997 recibió el Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia.
Es autor de: "Morir lleva un nombre corriente" (1969), "Guirnalda entre despojos" (1976), "En el solar de las gracias" (1978), "La caza" (1984), "Las voces del vigía" (1986), "Poemas escritos a lápiz en un viejo cuaderno" (1997), "Vive si puedes (1997), "Al dictado" (1999), "Caballero en la Orden de la Desesperanza" (2001) y "Antología mínima del doncel" (2001).


Al pie de la poesía


Los poetas Juan Manuel Roca, Jaime García Maffla, Jotamario Arbeláez, Lucía Estrada, sostendrán un diálogo con los medios de comunicación a las 11:30 de la mañana de hoy en el Hotel Cartagena de Indias (Calle Vélez Daníes).

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