Invertir en la cultura es una alternativa ante la crisis económica

El mundo tiene que apostar de manera privada y estatal a la inversión cultural porque allí se encuentra una de las salidas a la actual crisis económica. Así se reafirmó en Cartagena el poder político que tiene la cultura para encarar las crisis económicas. Voceros de las Naciones Unidas, del Banco Mundial, académicos y líderes del sector cultural a nivel nacional e internacional, señalaron que una de las soluciones más eficaces ante la crisis actual de la economía mundial se encuentra en la consolidación de las industrias creativas. Se habló de economía creativa por parte de Edna Dos Santos-Duisenberg, directora del Programa de Economía Creativa de Naciones Unidas. Según ella, “es un concepto en desarrollo, que une la economía con aspectos culturales y sociales, en interacción con la tecnología y el turismo, genera ingresos, crea empleo, se puede exportar, promueve la inclusión social, la diversidad cultural y el desarrollo humano”. La visión universal y puntual del pensador francés Edgar Morin, al clausurar el Seminario Internacional “El sector cultural hoy: oportunidades, desafíos y respuestas”, fue ratificar el poder político de la cultura ante las encrucijadas del mundo contemporáneo. “En el siglo XXI la cultura será lo que fue el carbón para Europa y Norteamérica en el siglo XX”, dijo Antonio Nicolau, director del área de cultura de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo- AECID. “La cultura es la fuerza creativa y competitiva del desarrollo económico y a la vez un poderoso factor de cohesión social y de consolidación de identidad para nuestros pueblos”, dijo la ministra de Cultura Paula Marcela Moreno. Edna Dos Santos-Duisenberg dijo que esta nueva realidad está modificando la manera en que los gobiernos organizan sus presupuestos y ha permitido incrementar en el mundo la apuesta estatal y privada hacia la inversión cultural. La ministra Moreno afirmó que "a pesar de que siempre ha existido una tensión natural en la discusión sobre cultura y desarrollo económico, debido a un límite muy sutil entre las lógicas de mercado y las expresiones ancestrales, que cuando se franquean indebidamente producen incomprensiones y conflictos, es importante entender que sólo algo tan poderoso como la cultura, que canaliza maneras de ser y de pensar, que refleja elementos de la identidad cultural de una comunidad y que transmite sensibilidades y forma criterios religiosos, políticos y corrientes de pensamiento, debe hacer parte de las estrategias sociopolíticas y económicas de un Estado". La cultura es rentable En Colombia, según un estudio realizado por la Organización Mundial para la Propiedad Intelectual (OMPI), en 2005 las industrias culturales generaron más de 1 millón de empleos directos, facturaron exportaciones por 2.000 millones de dólares e importaciones por 4.000 millones de dólares. En 2003, según el Banco Mundial, las industrias culturales registraron una participación del 7% en el PIB del planeta y se predice que crecerán, en promedio, un 10% anual. De acuerdo con datos de la Unesco, el crecimiento de este sector en dólares fue del 300%, entre 1980 y 1998. En Estados Unidos, las industrias culturales son el segundo sector exportador; en Inglaterra, representan el 6% del empleo. Según Sandra Gibson, directora de la Asociación de Promotores de las Artes Escénicas de Estados Unidos, “a pesar de haberse sentido con fuerza la crisis económica, los estadounidenses invierten ahora más en industrias creativas que en tiempos de tranquilidad. El gasto en cine, compra de libros y regalos de discos se ha incrementado y esta situación ha estimulado a la gente a sobrellevar los momentos de dificultad. La gente necesita un escape y la respuesta está en las industrias culturales, que gracias a este fenómeno han aumentado su demanda en los últimos meses”. Para el alemán Michael Hutter, director cultural de la Unidad de Investigación en Fuentes Culturales Novedosas de Alemania, el gran desafío está en la innovación.