“La poesía siempre es una palabra nueva”: Antonio Colinas

“Ser poeta es una manera de ser y estar en el mundo”, ha expresado el poeta español Antonio Colinas, ante de los estudiantes de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, con quienes habló sobre el trabajo en la composición poética.
Nacido en León, Colinas considera que uno de los dones de la poesía es que “se puede leer por cualquier parte, en el sentido de que puedes tomar un libro de poemas y empezar, si quieres, por el final o por la mitad, pero nunca tendrás problemas para entenderlo. Y otro de los dones consiste en que los poetas podemos decir muchas cosas en pocas palabras”.
Colinas es el autor de obras como Poemas de la tierra y de la sangre y Noche más allá de la noche, los cuales, según él, tienen la a naturaleza como fuente principal, pero también a sus raíces españolas, “porque la verdad es que no existen poetas sin raíces y toda la poesía que se ha escrito tiene a la naturaleza de por medio, porque es la que más produce inquietudes para escribir. Asimismo, uno tiene que saber universalizar sus raíces”.
Los jóvenes universitarios se enteraron de que Colinas hace parte de la generación de escritores de los años 60 del siglo XX, quienes fueron llamados “Los novísimos” desde que empezaron a proponer una poesía más testimonial, pero regida por tres postulados: una nueva sensibilidad, un nuevo lenguaje y nuevas lecturas.
Sobre este último aspecto, Colinas explicó que muchos de Los novísimos eran admiradores de escritores como T.S. Eliot y Ezra Pound, pero también asimilaron muy bien lo que, en materia de literatura, se estaba haciendo en América Latina, “porque ustedes estaban exponiendo un nuevo lenguaje y una nueva mirada sobre las cosas”.
Destacó, sin embargo, que la mayoría de esos escritores de su generación en España rechazaban a un laureado como Antonio Machado, “porque lo veían muy rural, pero para mí él siempre ha sido un autor que muestra nuevas simbologías en su forma de nombrar las cosas”.
Se confesó alumno de María Zambrano, “una gran pensadora cuyos libros eran verdaderos poemas en prosa”.
Para Colinas, la vida de todo ser humano se divide en dos: “antes y después de haber ido a Italia. Yo viví cuatro años en ese país y mi vida se transformó tremendamente, tanto en lo personal como en lo artístico, porque ya sabemos que esa fue la cuna de la cultura universal”.
El autor español es también ensayista y novelista, pero insiste en que “en todos esos trabajos, la poesía es lo primordial. Es un sustrato que está en todos mis libros. Precisamente, el año pasado fue muy fructífero, porque pude recoger en un solo tomo 56 años de mi propia producción poética, en una edición hecha especialmente para América”.
Se permitió hablar de La tumba negra, una de sus creaciones surgida durante una visita a Alemania del Este, en donde visitó la tumba de Joan Sebastián Bach, uno de los músicos universales con quienes comprendió que “la poesía es una vía al conocimiento”, que “ser poeta es una manera de ser y estar en el mundo, puesto que la poesía siempre es una palabra nueva”.
Al respecto, dice tener entre sus preferidas una frase de Ezra Pound que reza, “nunca digas en un mal poema, lo que puedes decir en un ensayo excelente”.