Orlan en carne viva en Cartagena

A las 8:30 de la mañana intervendrá la artista francesa Orlan, en el Teatro Adolfo Mejía. Entrada libre.
Algunas veces, esta mujer se ha convertido en un guerrero indígena emplumado, en Venus,  en Mona Lisa, en la Virgen María o en María Magdalena.
Su arte extremo tiene como soporte su cuerpo al que ha intervenido a diversas cirujías riesgosas y complicadas, tras la búsqueda de formas que desafian los íconos de la historia y la belleza en el mundo.
Es Orlan (Mireille Suzanne Francette Porte), que acaba de cumplir 65 años. Ella nació el 30 de mayo de 1947 en Saint-Etiénne (Loire, Francia).
A sus diecisiete años empezó haciendo performances ingeniosos que cada vez se fueron volviendo más riesgosos y peligrosos.
En su proyecto “La Reencarnación de Santa Orlan”, iniciado en 1990, la artista se transformó en elementos de famosas pinturas y esculturas de las mujeres, luego de diversas cirugías.
Al culminar las cirugías, la artista ha incorporado en su rostro, la frente de Leonardo da Vinci, la barbilla de Botticelli, la nariz de Jean-León Gerome, los ojos de Diana,  entre otras. No es que ella exalte estos cánones de la belleza, su actitud es también crítica y contestaria.
“Me rebelé contra los dictados de la ideología dominante”, confiesa la artista. “Creo que la identidad es mutante, movediza, nómade. Las imágenes se multiplican: una imagen produce otra imagen. Me operé para esculpirme a mí misma, para producirme y producir una obra. Produje dibujos con mi sangre, dirigí la fotografía y el video durante mis operaciones. Algunas se transmitieron vía satélite. Cada “Operación-Performance-Quirúrgica” es una “Operación-Ópera”.
“Somos una generación que tomamos la palabra para reivindicar nuestro cuerpo. Nos planteamos si ser o no ser madres. ¡Gracias a la píldora, la píldora ...! Había una época en que no casarse y no tener hijos era un acto político bastante violento. Siempre lo más difícil de soportar es que una mujer haga lo que quiera con su cuerpo, no lo que se espera que debería hacer. Queremos tener un cuerpo y poder gozar de él más allá de lo que nos enseñan. La idea es salirse del marco, ejercer el libre albedrío para inventarse y realizar una escultura de sí mismo.
Propongo un cuerpo desacralizado, disidente, que 'decorpora' y puede ser decorado”.

Orlan ha declarado: “Mi trabajo es una lucha contra lo innato, lo inexorable, de lo programado, la naturaleza, el ADN (que es nuestro rival directo en cuanto a artistas de la representación se refiere), y Dios!”.
“Puedo observar mi propio cuerpo corte abierta, sin sufrir ... Me veo a mí mismo todo el camino hasta mis entrañas;! Una nueva fase del espejo ... puedo ver en el corazón de mi amante, su espléndido diseño no tiene nada que ver con el sentimentalismo enfermizo ... Cariño, me encanta el bazo, me encanta tu hígado, adoro tu páncreas, y la línea de su fémur me excita "(del Manifiesto del Arte Carnal).
“Su figura física es una condición para el pensamiento usado como estrategia para llegar a entender el mundo y preguntarse cuál es su lugar. Hay muchas formas de interpretar la obra de Orlan. Quizás, una de ellas es la posibilidad de encontrar un rechazo a este cuerpo-mercancía que nos propone el capitalismo mundializado donde el vaciamiento de la subjetividad ha hecho estallar las identidades colectivas e individuales”, plantea Carlos Trosman.
“El mundo ha cambiado. He trabajado por la libertad como muchas mujeres, pero no me siento parte del Club Feminista.
En algunos de esos clubes se maquillan y en otros ridiculizan a quienes lo hacen.
Sin embargo, en esta época las feministas son necesarias.
Yo no era feminista. Estaba contra toda discriminación.
Ahora las cosas se están cerrando por la presión religiosa.
Estamos retrocediendo. La situación es muy grave.
Deberíamos llevar una pancarta que diga:
“Soy una hombre y un mujer”. Es muy difícil ser”.
Su manifiesto de Arte Carnal fue grabado y proyectado en diversos lugares del mundo como el Centro Georges Pompidou de París.
La artista francesa Orlan arribó anoche a Cartagena. Sobre su arte carnal y su experiencia que la ha convertido en una de las más intensas y polémicas figuras vanguardistas, intervendrá desde las 8:30 de la mañana en el Teatro Adolfo Mejía, dentro de la agenda organizada por la Institución Universitaria Bellas Artes y Ciencias de Bolívar y la Alianza Colombo Francesa.
El rostro de Orlan ha pasado por diversas mutaciones, desde las referencias al arte universal, hasta representaciones faciales (máscaras, esculturas, pinturas) de la América precolombina, indígena y africana.
En 2001, se organizó una serie de carteles cinematográficos, "Le Plan du Film", con varios artistas y escritores. Los carteles de afirmar la existencia de películas que no existen en realidad. Los carteles cuestionan las nociones de carácter y la narración se refleja en la realidad social de los roles individuales e historias.
En 2007, Orlan colaboró ??con el laboratorio SymbioticA en Australia, lo que resulta en la instalación de bio-arte "El Escudo de Arlequín".
Parte de su trabajo en curso incluye "Sutura / Hibridar / Reciclaje", una serie generadora y de colaboración de la ropa hecha de armario de Orlan y se centra en la sutura: la deconstrucción de las prendas de vestir pasado reconstruido en la ropa nueva que pone de relieve los puntos de sutura.

Ella hace del quirófano un laboratorio para su obra que por estos días en Colombia ha despertado controversias y repulsiones  hasta el punto que muchos críticos se están preguntando: ¿Es este desafío de Orlan una forma de locura, arte, denuncia, narcisismo? Dibujos con sangre, fotos, videos, textos, instalaciones.


Bienvenida a Cartagena


Ha venido a Colombia invitada al Museo de Arte Moderno de Bogotá y al Museo de Antioquia en Medellín, gracias al patrocinio de la Embajada de Francia en Colombia.
Está en Cartagena, gracias a la gestión de la Institución Universitaria Bellas Artes y Ciencias de Bolívar, el apoyo decidido del IPCC, el Teatro Adolfo Mejía, Alianza Colombo Francesa, Fundación Arte es Colombia, Universidad Nacional, Capilla del Mar. Ella aceptó compartir su visión del arte.