Cultural


Paolo Buggiani llega en bicicleta de fuego

GUSTAVO TATIS GUERRA

26 de diciembre de 2011 12:01 AM

No me extraña que Paolo Buggiani haya llegado a la Bienal de Venecia 2011 en una bicicleta con unas alas llenas de fuego.
Aquí en Cartagena nos invitó a ver este espectáculo bello y efímero en la avenida recuperada que está detrás del Hotel Bellavista y nos sorprendió descubrir que Paolo además de pintar al óleo es capaz de pintar en el aire con puro fuego.
Eso es lo que hace: esculpe figuras de acero que baña en gasolina para luego ver otras figuras que el fuego reinventa sobre sus propios diseños. De toda esa locura creativa queda siempre una imagen fotográfica y un video. Pero lo suyo es un performance que involucra la creación de varios elementos: sus máscaras de lagarto o pájaro, las alas de ángel que incorpora a la bicicleta, y algunas imágenes zoomórficas que construye y pueden verse iluminadas bajo el resplandor del fuego.
Paolo es un caso excepcional, pero su excentricidad artística  tiene una amplia trayectoria en el mundo: en 1979 se elevó con unas cuerdas  en las Torres Gemelas en Nueva York  y empezó a echar bocanadas de fuego desde el aire. Qué premonición la de Paolo.
La imagen de sí mismo en ese instante estético, arriesgado y vertiginoso lo hizo él mismo con una cámara puesta en un extremo de la calle: la cámara captó la inmensidad de las torres y su cuerpo horizontal suspendido en las cuerdas y el cielo brillante y azul, con pocas nubes deshilvanadas. El fuego de su acción artística fue una premonición histórica: las torres serían arrasadas por el fuego veintidós años después. Queda para la eternidad el desafío de un artista que utiliza su cuerpo aún flexible al borde de sus ochenta años.
No he conocido a nadie con una vitalidad y una sed de crear que Paolo Buiggiani. Fue él quien me enseñó en un instante a utilizar la sombra y la luz dirigida en un aposento para crear una atmósfera escénica.
Para esta acción artística lleva siempre dos botellas de gasolina, unas máscaras de hojalata que él mismo ha diseñado y evocan a antiguos guerreros romanos. Mientras pinta y esculpe, en las treguas del día arma con una velocidad inaudita pequeños y medianos dinosaurios que pinta con soplete con colores vivaces.
Su obra está en el Museo de Arte Moderno de Roma y se encuentra en colecciones privadas en el mundo. Es el artista del fuego en los inolvidables Festivales de Música del Caribe en Cartagena.
Buggiani ha participado en la vanguardia romana no figurativa, después se estableció en Nueva York y comenzó una serie de investigaciones en relación de la escultura con el cuerpo humano y sobre el concepto del tiempo y el espacio capturado.
Ganó en 1968 un premio Guggenheim por la escultura en América. Después la búsqueda "pintar la realidad", "escultura en movimiento" y "sus instalaciones efímeras de fuego", lo llevan a ser parte con un rol de protagonista de la New York Street Art.
Sus instalaciones de fuego en espacios abiertos son célebres en el mundo: sus dinosaurios, sus lagartos y figuras zoomórficas llenan  de luz instantánea los escenarios del mundo.
Ahora está allí en este final de diciembre de 2011 en Venecia pedaleando su bicicleta de fuego.



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