Película del enigmático Terrence Malick divide a Cannes

Producida y protagonizada por Brad Pitt, la película “Tree of Life” (Árbol de la vida), del enigmático realizador estadounidense Terrence Malick, dividió a la platea este lunes en el Festival de Cine de Cannes, donde concursa por la codiciada Palma de Oro, que será anunciada el domingo. 
La más esperada película de este Festival mezcla hermosas imágenes de la creación del Universo con las vivencias de un niño de diez años, que crece bajo un padre autoritario y una madre llena de gracia en un hogar de un pueblo en Texas, Estados Unidos, en la década del cincuenta. 
La cinta -que provocó abucheos y aplausos en el pase de prensa- destaca por su impresionante fotografía, que sume al espectador en los confines del tiempo y el espacio y plantea interrogantes acerca de la religión y el significado de la vida, temas que caracterizan la obra del realizador de 67 años, que rara vez aparece en público. 
A falta del misterioso Malick, que no viajó a Cannes, quien centró las luces de los reflectores fue Brad Pitt, que subió las escaleras del Palacio de Festivales para la gala de estreno del filme acompañado de su esposa, Angelina Jolie, que vestía un sofisticado vestido negro, y de Sean Penn, otro de los protagonistas del filme. 
Galardonado con una Palma de Oro al Mejor Director en el Festival de Cannes en 1978, por “Días del cielo” (“Days of Heaven”), el misterioso realizador rompió con la tradición de Cannes, según la cual los directores de los filmes seleccionados en este certamen se prestan al juego de preguntas de los reporteros, tras la proyección a la prensa de sus películas. 
El director de “La delgada línea roja” (The Thin Red Line, 1998) y “El nuevo mundo” (The New World, 2005) no asistió tampoco a la gala de estreno, provocando la decepción de los periodistas y fotógrafos que cubren el Festival, y esperaban verlo. 
“Nunca da entrevistas, jamás he visto ni siquiera una foto de él. Era ahora o nunca”, comentó un periodista belga, desanimado. 
Malick “es muy tímido, pero creo que su película habla por él”, dijo Sarah Green, del equipo de producción de la película. 
“Terrence quiere estar involucrado en el proceso de hacer el filme, pero no con su venta”, explicó Pitt en la rueda de prensa, en la que tampoco participó Sean Penn, que llegó sólo el lunes en la tarde a Cannes, proveniente de Haití. 
Pitt explicó que lo que le interesa a Malick, y también a él, no es tanto ganarse el favor de la taquilla sino hacer una cinta que tenga un “significado”. 
“Quiero estar seguro que las películas que hago tienen valor para mí”, dijo Pitt, recalcando que “Tree of Life” habla de la fragilidad de la vida, y que más que un filme religioso, es espiritual. “Creo que es un filme universal”, subrayó. 
El actor destacó que trabajar con Malick, que tiene una visión muy certera del filme que quiere hacer, pero que al mismo tiempo da mucho lugar a la improvisación, había sido “una experiencia transformadora”, que cambió toda su visión sobre su propio trabajo. 
“Me di cuenta que los mejores momentos no son preconcebidos. Después de trabajar con Malick he tratado de caminar más en esa dirección, de alejarme del guión y trabajar con actores no profesionales”, señaló. 
“Aunque podría volver a trabajar en 'Mission Impossible'“, dijo el guapo actor, que vistió chaqueta y pantalón blanco y lentes de sol en la rueda de prensa, y elegante smoking en la gala de estreno, en la que estuvo acompañado también de la actriz Jessica Chastain, que interpreta a la madre. 
La otra película que se exhibió este lunes en concurso fue “L'Apollonide”, de Bertrand Bonello, que retrata una casa de tolerancia parisiense de fines del siglo XIX, con mucha desnudez, opio y sobre todo las trágicas sonrisas de las prostitutas. 
“Apollonide” abre al espectador las puertas de esa mítica casona cerrada, “teatro de todos los fantasmas”, donde viven una docena de prostitutas, entre ellas “la mujer que siempre ríe”, herida por un cliente perverso que le dejó dos terribles cicatrices en las mejillas que prolongan sus labios.