Plácido Domingo cantó en Nelson Mandela

“Siento que he llegado a una fortaleza dentro de una ciudad amurallada”, dijo el tenor español Plácido Domingo al llegar a Cartagena de Indias. “Creo que la ópera vivirá para siempre. Es una expresión popular. Creo que a los niños les encantaría la ópera si se le enseñara desde muy temprano, aunque sea un fragmento, como si fuera un juego. Como si fuera un cuento. Los que dicen no gustarle la ópera no la conocen, sienten que no les gusta porque no la han escuchado y porque no pueden ir a un concierto de ópera porque tampoco tienen con qué pagar la entrada. A mí me parece fantástico que unos jóvenes de Cartagena me acompañen en mi concierto. Es una oportunidad para su desarrollo y su carrera. Eso mismo estamos haciendo en varias ciudades donde hemos ido a cantar. La experiencia de popularización de la música que se ha realizado con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar en Venezuela, dirigida por el maestro José Antonio Abreu, es un ejemplo de ello. En el concierto del sábado en Cartagena de Indias haremos una mezcla de canciones, entre óperas, romanzas, zarzuelas, canciones latinoamericanas, algo local. A mí me gusta cantar aquellas canciones que escuché desde mi adolescencia. Canciones latinas. Boleros, tangos, rancheras, música cubana, las canciones de Ernesto Lecuona. Me gusta la melodía, el texto, el mensaje, más allá de cualquier género. Cuando mis padres vinieron a cantar zarzuelas en Bogotá, conocieron al barítono colombiano Carlos Julio Ramírez que tenía una voz fantástica.”. El artista confesó que le gustaría “cantar algún día con Juanes” a quien subrayó su valentía al atreverse a cantar en Cuba a pesar de las reacciones contradictorias. “Una vez tenía el deseo de cantar en Cuba y muchos amigos me llamaron para decirme: “No vayas”, pero ahora me digo: Todo tiene que arreglarse. No me puedo pasar la vida sin poder cantar en Cuba. Tengo unas ganas de ir allá a pasear por las calles de La Habana”. Confesó además que tuvo el privilegio de musicalizar algunos poemas bellísimos del Papa Juan Pablo II. “Tuve cinco o seis encuentros con el Papa Juan Pablo II. A uno se le olvida que antes de ser sacerdote, fue un gran artista y deportista. Él me autorizó ir a sus archivos personales para leer sus poemas. Estuvo encantado cuando musicalicé uno de sus poemas que era un Himno a la paz. Había poemas sobre la humanidad, sobre el amor a los seres humanos, pasajes de la Biblia, uno sobre la tumba de su madre, otro sobre un constructor de armas que siente el pecado al fabricarlas”. El artista dijo que estas canciones están ambientadas en el pueblo natal del Papa. El tenor respondió preguntas de los medios de comunicación, en un tono cálido, sencillo y cordial. Dijo que toda guerra es un regreso a las cavernas del ser humano. “Ojalá la música pudiera derrotar a la guerra”. Plácido Domingo estuvo acompañado de su hijo Álvaro Domingo, la ex canciller María Emma Mejía, Manuel Villegas y Johnny Cabrera. Luego, partió al barrio Nelson Mandela, en compañía de la alcaldesa Judith Pinedo Flórez. “Admiro muchísimo al líder Nelson Mandela, y cuando me dijeron que me invitarían a conocer aquí un barrio ca que lleva su nombre, me llamó mucho la atención. He cantado para Nelson Mandela, un hombre que a pesar de haber padecido una injusticia en su país, y haber sido privado de la libertad durante tantos años, no perdió jamás el entusiasmo y la fe en la libertad”. En Nelson Mandela Los niños y jóvenes de la Orquesta Sinfónica de Nelson Mandela recibieron en el barrio al tenor español cantándole la famosa canción de Crescencio Salcedo: “La múcura”. El cantante fue presentado por la alcaldesa Judith Pinedo Flórez quien destacó el privilegio de la presencia del tenor en la ciudad, la significativa reserva humana y artística de los niños músicos de Cartagena de Indias y la oportunidad invaluable de compartir en comunidad la grandeza de Plácido Domingo. El artista dijo estar muy emocionado ante la presencia de los niños y jóvenes de la Escuela Técnica de Pasacaballos y los miembros del coro y músicos de la Sinfónica de Nelson Mandela. “La música es lo mejor de la vida”, dijo Plácido Domingo, quien resaltó el papel que cumple la música en la vida de las personas y en especial en aquellas que la eligieron como una vocación. Las niñas violinistas Marcela Gómez, Jéssica Castaño y Luisa Cossio, entre el grupo del barrio, encantaron a Plácido Domingo con su talento, gracia y espontaneidad. Los jóvenes artistas le cantaron obras del repertorio colombiano: “Buenaventura” y “Verde”. Animado ante la bienvenida musical, Plácido Domingo cantó “Bésame mucho”, en Nelson Mandela. Tarareó al final una despedida, abrumado por las voces, el ritmo, la danza y los violines. El tenor se asombró al conocer de cerca la admirable y sostenida tarea de dinamización de la música en el corazón de las comunidades emprendido por el programa Música por Colombia, que ha sido impulsada por Edgar Vargas.