Río de Janeiro lleno de carnavales callejeros

Monjas en pantaloncillos ajustados, monjas con hábito completo y monjas con bigote espeso formaron parte del abigarrado escenario en una de los cientos de fiestas callejeras que surgieron el sábado con la presencia de miles de personas en Río de Janeiro durante el tradicional Carnaval. 
La mayoría de las personas conocen el lado suntuoso del carnaval en que las escuelas de samba pueden gastar más de cinco millones de dólares en disfraces meticulosos y carros alegóricos enormes. Pero el corazón de la fiesta está en los grupos irreverentes que suelen seguir a una banda o camiones con sonido por las calles de los barrios en fiestas gratuitas y abiertas para todos. 
Las “monjas” seguían a los “Carmelitas” una banda creada en 1991 por un grupo de amigos que se reunía para jugar fútbol y tomar bebidas frente a un convento de monjas carmelitas. Las bromas sobre el presunto escape de monjas para participar en esas reuniones dieron origen a la banda, que desfila dos veces: Al principio del Carnaval, cuando las monjas supuestamente escaparan del convento para divertirse, y el último día, cuando regresan al encierro. 
“Mantenemos la traición para recordar a las primeras monjas que saltaron la barda”, dijo Eliete dos Santos, de 25 años. 
Los disfraces de monjas son los más numerosos entre los “Carmelitas”, pero todos son admirados. El grupo atrae a miles de personas en las calles empedradas del barrio de Santa Teresa, uno de los más pintorescos de Río. 
Los nombres de los grupos de carnaval callejeros reflejan su idiosincrasia. Algunos utilizan apodos que remiten a sus orígenes geográficos en la ciudad como el “Sobaco de Cristo”, que es originario del barrio ubicado debajo de las axilas del monumental Cristo Redentor. 
Hay un grupo que permiten que la gente desfile con mascotas, sólo que los animales también van disfrazados. Perros con pelucas, gallos con trajes de lunetas, todos se pasean con sus dueños por la playa de Copacabana. 
Rita dos Santos ha llevado a su caniche blanca desde que surgió la banda hace nueve años. 
“Ella tiene un disfraz para cada día del carnaval”, dijo mostrando orgullosa a su perrita en una ropa de cabaret. 
Las canciones de los parranderos también se adecuan a los temas candentes. En este año se habla de WikiLeaks, la caída de Hosni Mubarak en Egipto y la elección de la primera presidenta de Brasil. 
Algunos grupos callejeros son toda una institución, como la “Banda de Ipanema” que se fundó en 1965, cuando surgía el golpe militar que estableció la dictadura en Brasil, y es uno de los más irreverentes. Su característica son los travestis, por ejemplo los que llevan frutas en la cabeza como Carmen Miranda, policías con pantalones muy cortos y condones en vez de salvas y otros que simplemente le roban la ropa a sus hermanas. 
Es la banda más gay de la ciudad, dijo Alci Bueno, de 41 años, pues se reúne en una zona de Ipanema donde hay muchos bares gay. 
“Es un clásico del carnaval, tradicional y ecléctico”, dijo sobre la Banda de Ipanema. “Se puede encontrar a todo tipo de gente, de todo, así que -debes tener cuidado!”