Testigos denuncian que en la noche del sábado un caballo cochero se desplomó en el Centro Histórico a causa de una herida en una de sus patas y que, al no poder levantarse, su conductor lo agredió.
El incidente se presentó, aproximadamente, a las 10:30 de la noche cerca al Parque Bolívar.
Según María Elvira Torres, una de las testigos, en el coche se transportaba una familia de turistas argentinos en la que iban dos niños. En medio del recorrido el animal se fue al suelo, al parecer -dice la testigo-, por la herida.
Torres relata que el cochero intentó parar en varias ocasiones al caballo, pero al ver que no podía “le dio unas patadas”.
La caída del equino y la agresión de su dueño habrían impresionado al niño y a la niña que presenciaron el incidente. En un video suministrado por otra denunciante se ve a la pareja de niños llorar y exclamar “no es justo con el caballo”. (El video no se publicó por tratarse de menores de edad).
En otro video (publicado en esta nota) se ve que personas le reclaman al cochero y que un policía llega a atender el caso.
Sin embargo, María Elvira denuncia que llamó a un carabinero para conocer qué ocurrió con el caballo y allí le dijeron que el uniformado no reportó el caso.
El Universal se comunicó con el departamento de prensa de la Policía de Cartagena donde dijeron desconocer el incidente.
NO SE CAYÓ POR ESTAR EN MAL ESTADO
Julio Martínez, presidente de los cocheros, explicó que el caballo se cayó porque se resbaló con el cemento y no porque estuviera en mal estado.
Sostuvo que la caída se produjo cuando el cochero quiso frenar ante una señalización de pare y negó la agresión al animal.
“Eso fue un accidente, el caballo se resbaló, el cochero le quitó las correas de seguridad y el caballo se levantó. Fue un accidente normal, pero la gente piensa que cuando un caballo se cae es por mal estado. A nosotros nos han estigmatizado pero ya cambiamos, hace varios meses que no pasa nada”, sostuvo.
“Que un caballo se resbale es algo que no se puede controlar, pero si estuviera en mal estado no se habría podido levantar más”, añadió.
Martínez señaló que en el Centro Histórico hay más de 20 policías que revisan que los caballos estén en buen estado. Cada vez que encuentran uno que no está en condiciones adecuadas lo llevan a una caballeriza y lo hacen revisar por un veterinario y, si es el caso, lo inmovilizan.
Por lo tanto, sostiene que si “el policía que atendió el caso no le aplicó el procedimiento es porque no estaba en mal estado”.
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