Los habitantes del sector Kennedy, en el barrio Lo Amador, temen que en la próxima temporada invernal se presenten deslizamientos en esa zona de la ciudad.
La razón estriba en que, según denunciaron, desde hace tres semanas un grupo de indigentes viene talando los árboles con el propósito de hacer fogones o construir cambuches en los sectores más altos del cerro La Popa.
Como se sabe, Lo Amador es uno de los más de 30 barrios que bordean La Popa y, al mismo tiempo, una de las zonas donde más se registran quemas y talas que terminan en invasiones con cambuches.
Jeiler Medrano Viola, el presidente de la Junta de Acción Comunal, afirmó que en los últimos días los responsables de la tala son unos indigentes comandados por una persona del barrio, “aunque de vez en cuando aparecen algunos personajes que, según nos han dicho, son venezolanos que quieren vivir en La Popa”.
De hecho, y de acuerdo con las palabras de Medrano Viola, cuando a los infractores se les dice que no talen los árboles responden que son para obtener leña, lo que hace presumir que ya construyeron cambuches en la parte alta del cerro.
Señaló el líder comunal que cada vez que los indigentes talan un árbol se levantan fragmentos de tierra que, poco a poco, se van precipitando hacia los pies del cerro, donde están las calles de Lo Amador.
“También nos preocupa que algunos de esos habitantes de calle vienen al cerro a quemar alambres eléctricos para sacarles el cobre y venderlo, pero lo hacen sin tener en cuenta que hay mucha maleza seca que podría provocar un incendio forestal”, manifestó el líder.
Asimismo, explicó que en el sector Kennedy hay unas 200 viviendas, cuyos propietarios dicen estar cansados de que las autoridades ambientales “lleguen al barrio, hagan encuestas, tomen fotos y anuncien que van a tomar acciones, porque nunca las toman y el problema cada año empeora. No sabemos si es que están esperando a que ocurra una desgracia bien grande para prestarle verdadera atención a este asunto”.
Añadió que, en años anteriores, los correspondientes presidentes de las acciones comunales han iniciado procesos con el EPA Cartagena y con las alcaldías locales, los cuales se truncan y se reinician con cada cambio de administración.
“El año pasado, por ejemplo, --relató Medrano--, después de tantas visitas y estudios, acordamos con el EPA una siembra de árboles, que todavía la estamos esperando”.
A lado de los incumplimientos de las autoridades, “cada cierto período nos visitan los aspirantes a los cargos públicos del Distrito y nos anuncian que en cuanto estén posesionados lo primero que harán es recuperar el cerro, pero sigue en las mismas”.
En cuanto a las actuaciones de los habitantes de la calle, el activista cívico dijo estar consciente de que se trata de un asunto policivo, por lo cual ya su gremio está elaborando las pruebas pertinentes para llevarlas a la inspección de la zona.
La secretaria del Interior del Distrito, Yolanda Wong Baldiris, dijo que su despacho tiene una alianza con la Guardia Ambiental para hacer operativos diarios en La Popa, “pero sucede que la comunidad unas veces nos avisa dónde hay quemas y talas; y otras veces no dan los datos con precisión, y eso hace que se nos dificulte el control”.
De otra parte, manifestó que “la proliferación de taladores y pirómanos en La Popa, en los últimos días, está disparada, porque se dijo públicamente que el Gobierno Nacional hará una inversión millonaria en Los bosques de paz. Es decir, esos invasores andan buscando que se les indemnice cuando vayan a comenzar los trabajos”.
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