Cali vuelve a sonreír en la independencia

La buena disposición en el campo, con orden y solvencia en zona defensiva, y siendo punzante en la fase ofensiva, le permitió al Deportivo Cali lograr un triunfo 1-2 sobre un Boyacá Chicó deslucido en la primera parte y demasiado parsimonioso en los avances hacia el arco contrario.
Esa situación le permitió al equipo azucarero manejar los ritmos y tiempos del compromiso. El visitante se abroqueló bien y se desdobló y con un regreso ordenado, lo que dificultó la labor del solitario atacante del local.
En la primera parte, Boyacá Chicó tuvo dificultades para hacerse al balón, pues no fue claro a la hora de ir al ataque. Por ello, su escaso accionar ofensivo, pues quedó atorado en tres cuartos de cancha.
Por su parte, el Cali fue un equipo que supo plantarse en el campo con un sistema defensivo sólido, una línea de volantes de ida y vuelta y con dos atacantes que entraron y salieron buscando las diagonales de afuera y hacia adentro.
Una de las características que mostró el elenco azucarero fue presionar la salida del contrario con el achique permanente de la zaga, en la que los dos centrales, Diego Peralta y Nery Bareiro, demostraron solvencia y absorbieron por completo al único delantero de la casa.
El lateral izquierdo, Luis Alberto Núñez, fue el primero que intentó mover el muro defensivo con un remate de fuera del área que pasó lamiendo el larguero.
Sin embargo, al minuto 8 se presentó la apertura del marcador por intermedio de Andrés Escobar, luego de un centro desde la izquierda de Brayan Perea. Desconcentración de los zagueros, en especial de Jhonny Mostacilla, que dejó voltear al escurridizo atacante. Su remate besó las piolas.
A los 17 minutos, el portero boyacense Miguel Alejandro Niño fue quien salvó a su equipo de la segunda anotación, al evacuar un remate de Brayan Perea que buscaba el ángulo superior derecho.
Otra vez lo intentó Chicó en fase ofensiva, en una incursión de Diego Chica, que tuvo el panorama necesario para fusilar a Faryd Mondragón, cuando este ya se encontraba vencido.
Luego del receso, Alberto Gamero reordenó su esquema y decidió realizar dos variantes con el fin de tener más movilidad en mitad del campo y más compañía para el frente de ataque.
Al campo llegaron Elvis Perlaza, en remplazo de Andrés Felipe Sarmiento, que no fue claro a la hora de salir por el costado derecho; y John Jans Gualé, por el inoperante Rubén Darío Bustos, a quien le falta todavía en la parte física.
Cali estuvo cerca de anotar el segundo a los 55 minutos. Carlos Lizarazo estrelló un balón en el horizontal, luego de una acción en la que el meta Niño se jugó la vida en una salida que permitió achicar el ángulo de remate.
Un minuto después, fue la escuadra del altiplano la que inquietó sobre el arco de Mondragón. En una pelota que flotó en el área chica desperdició una clara opción de gol.
Carburó el onceno en búsqueda del empate y en dos aproximaciones estuvo cerca de conseguirlo. Primero con Edwin Móvil, que se engolosinó con el esférico, se demoró en sacar el remate y permitió que los defensores llegaran veloces al rechazo.
Segundos después, el que inquietó fue el defensor central Johnny Mostacilla, que, con golpe de cabeza, estuvo cerca de acomodar la pelota sobre el ángulo superior derecho.
Justo cuando Boyacá Chicó acariciaba la paridad en el marcador, se presentó la jugada infortunada del guardavallas Niño, que dejó picar un balón y se le fue al fondo de la red. Pelota que lanza Harrison Mojica, en la trayectoria se movió Perea y el cuidapalos lució desconcentrado y confió en sus compañeros para el rechazo.
En un rebote, a los 81 minutos, la escuadra boyacense logró el descuento a través de Deivis Oliveros, que aprovechó un rechazo de la zaga y sacó un remate a ras de piso que se fue sobre el bajante izquierdo.
El mismo Oliveros, en un golpe de cabeza, obligó a una estirada felina de Mondragón sobre el palo derecho. Eso evitó que el marcador se fuera en tablas.
Las ganas y los deseos mostrados por el ajedrezado no fueron suficientes para alcanzar el empate ante un elenco verdiblanco que hizo bien el trabajo para llevarse tres puntos de oro, aspecto que no ocurría desde el 21 de mayo de 2007, cuando el Cali superó, también, a Boyacá Chicó 1-2 con goles de Álvaro Domínguez y Martín Cardetti. El descuento fue de Néstor Salazar.