La comisión de evaluación del COI publicó este martes un informe prudente, estimando que las candidaturas de Annecy, Múnich y Pyeongchang a los Juegos de invierno de 2018 tienen un “nivel extremadamente elevado”, manteniendo la incertidumbre a menos de dos meses de la elección.
“La comisión estima que las tres ciudades candidatas podrían organizar con éxito los Juegos de invierno de 2018 con una visión y un concepto diferente (...) y cada una ofrece une opción viable al COI” pese a los riesgos inherentes a la naturaleza de cada dossier”, afirma el informe, escrito tras las visitas de cuatro días realizadas en febrero y marzo.
Sin sorpresa, los once expertos del COI, liderados por la sueca Gunilla Lindberg, vieron puntos positivos y negativos, ampliamente conocidos, que no deberían cambiar las intenciones de voto.
Concebido para ser una ayuda para decidir, a disposición del centenar de miembros del COI, llamados a votar el próximo 6 de julio en Durban (Sudáfrica), el informe de 120 páginas destaca las bazas de la candidatura surcoreana que parece muy apreciada por los expertos del COI, tras dos intentos infructuosos, para los Juegos de 2010 y 2014.
Con una tasa de apoyo popular de un 92% y un fuerte compromiso del gobierno, una de las bazas más importantes de Pyeongchang para el COI sería que el evento daría “un empujón significativo para el desarrollo de los deportes de invierno en Asia”, según el COI.
En el aspecto logístico, la candidatura de Pyeongchang presenta un “concepto muy compacto” y “una red de transporte multimodal (que) permitiría tiempos cortos de trayecto para los atletas y los otros grupos de clientes, no sólo en el seno de una zona, sino también entre las dos zonas”, señala el informe, que no habla de la meteorología aleatoria como un riesgo potencial en Asia.
Al revés del carácter compacto del proyecto de Pyeongchang, Annecy presenta una gran dispersión en materia de alojamientos, con cuatro villas olímpicas, con las que el 80% de los atletas estarían a menos de 10 minutos de sus instalaciones de competición.
Esta dispersión confrontaría a los Comités Olímpicos Nacionales “a desafíos, principalmente en términos operacionales y de transporte”, destaca el informe, y “conllevaría dificultades en los planos operacional y financiero para los diversos grupos de clientes”.
Criticado sobre ese punto, así como por un índice de apoyo popular de sólo el 51%, Annecy fue por contra alabado por su concepto del desarrollo sostenible en lo que se refiere a las estaciones de montaña y por su sistema de transporte, considerado “vanguardista”.
La candidatura de Múnich, finalmente, fue valorada como se esperaba, destacando su solidez y sin destacar ningún punto especialmente negativo, más allá de la ruidosa oposición de grupos locales y de ecologistas, hostiles al proyecto olímpico.
Múnich propone centros de competición algo más alejados, pero los tiempos de transporte entre ellos fueron considerados “aceptables” por el COI.
Pyeongchang es muy consciente de que una apreciación muy favorable no es sinónimo de lograr ser elegida sede, cuatro años después de que Sochi (Rusia) se impusiera, a pesar de contar con notas más bajas que la ciudad surcoreana en los informes previos.
Annecy, por su parte, confiará en seguir los pasos de otras elecciones, como la de Rio de Janeiro, elegida para los Juegos de verano de 2016 a pesar de un informe de evaluación que criticaba la dispersión de sus lugares de competición.
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