Con Flabio Torres Pasto encontró el camino de cumplir sueños

Desde que el tolimense José Flabio Torres Sierra asumió en enero de 2011 como director técnico titular del Deportivo Pasto, el equipo nariñense cambió su rumbo y encontró un camino para cumplir sueños.
En ese camino está un título que permitió el ascenso de categoría, 38 puntos que lo alejaron del ‘peligro’ del descenso y lo llevaron por los cuadrangulares y a la final, más el récord de hacer del estadio Libertad un escenario infranqueable, pues desde que llegó al onceno del sur del país, Pasto no ha perdido en casa.
Ya son 36 partidos invicto en casa, a cargo del joven entrenador ibaguereño. La última derrota fue a finales de 2010, cuando el técnico era Jorge Luis Bernal y su asistente era el joven Flabio, quien desde que asumió ha hecho que del estadio Libertad ningún equipo se lleve los 3 puntos.
Y con esos números, ahora José Flabio tiene por delante un reto más grande, el cuarto objetivo del semestre: coronar la segunda estrella y entrar en la historia como el primer entrenador que lleva un equipo campeón de la segunda y primera división de forma consecutiva, en menos de 6 meses.
LA HISTORIA
El estratega de los pastusos nació en Ibagué, pero no es de la dinastía de Hernán Torres o Freddy ‘Chito’ Torres. Se formó como futbolista en la Ciudad Musical, con la que integró las selecciones Tolima en las diferentes categorías e hizo parte de la Selección Colombia Juvenil que fue al Mundial de Arabia-1989.
Volante mixto, con recuperación y manejo de balón, fue observado por el Deportivo Cali, que tras el Mundial lo contrató para las temporadas 89 y 90. De allí pasó al Once Caldas y luego vistió las camisetas de Cúcuta, Santa Fe, Tolima, Atlético Bello, Cooperamos Tolima, Huila y se retiró en el Girardot FC, por una lesión de rodilla.
Cuando estuvo en Santa Fe fue compañero de Wilson Gutiérrez, hoy técnico del rival de la final. Con Tolima jugó en el segundo semestre de 1994 en la B y se coronó campeón como jugador, logrando el ascenso a primera, ese que también alcanzó el año pasado como entrenador.
Tras el retiro, Flabio se radicó en su natal Ibagué para iniciar la labor de entrenador, como profesional en educación física de la Universidad del Tolima y rápidamente caló como encargado de las divisiones menores del Deportes Tolima.
Su primera experiencia profesional fue en 2006, como uno de los asistentes de Jorge Luis Bernal en el Deportes Tolima, pero sin mucha oportunidad. Por eso buscó su primer intento en el Expreso Rojo en 2008, pero las cosas no se le dieron y tuvo que dejar el cargo.
Durante 2009, cuando se alistaba para llevar a la Selección Tolima Prejuvenil de fútbol al Campeonato Nacional, recibió el llamado de Bernal desde Pasto y sin dudarlo viajó a la capital nariñense para asumir el cargo de asistente técnico y comenzar en serio el camino profesional.
Aunque no fue un gran inicio, ya que ese 2009 marcó el descenso de los nariñenses a la segunda categoría, pese a una gran campaña del elenco del Galeras, pues fue subcampeón de la Copa Postobón, que coronó campeón a Santa Fe. Pero el descenso estaba allí y el equipo de Bernal y su alumno Flabio se despidió de primera, tras escándalos arbitrales.
Por la buena campaña, Flabio viajó con Bernal para tomar las riendas del Deportivo Cali, pero las cosas allí no funcionaron y en 2010 de nuevo fueron llamados, maestro y discípulo, para la tierra que quería ver triunfar al asistente del profe Bernal.
Pasto no encontraba el rumbo en la segunda categoría, marchaba 13, en la décima fecha, pero con la llegada de los tolimenses, el 13 sería un número alentador, pues lograron un récord de 13 victorias consecutivas en casa que los llevó al final de la fase todos contra todos al segundo lugar, para pelear el ascenso.
Llegaron dos finales, contra Itagüí por el ascenso, pero los paisas se llevaron el título y ascendieron a la primera categoría. Pero quedaba una oportunidad más, la promoción ante otro elenco antioqueño: Envigado, que fue superior y se quedó en primera, dejando un año más de frustraciones en el Deportivo Pasto, con la salida de Jorge Luis Bernal.
Sin embargo, José Flabio recibió la confianza de los directivos del Pasto y se adueñó del elenco de Nariño. Nunca perdió en casa, logró un gran 2011, ganó la final del segundo semestre ante Centauros y la gran final del año ante Patriotas para alcanzar el segundo título del Torneo de Ascenso, confirmando que de la mano de Flabio, el Deportivo Pasto encontró el camino de cumplir sueños, ese que ahora lo tiene cerca de uno más grande: la segunda estrella pastusa de primera categoría.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
¿Cómo se siente de ser el entrenador de este ‘renovado’ Deportivo Pasto?
Contento porque hemos logrado muchas cosas en poco tiempo, gracias a la oportunidad que nos han dado estos directivos, de tener la responsabilidad de afrontar este proyecto, de ir sumando y de ir ayudando con nuestros conocimientos a una región, que por momentos la marginan por su lejanía con el centro del país, ya que estando acá se da uno cuenta la gran importancia que para los nariñenses es su equipo.
¿Del Flabio como jugador, qué le ha dado al estilo del Flabio entrenador?
Como jugador fui de buen manejo de balón, de mucha visión periférica, de recuperación y mucha entrega, si algo tenía era que me entregaba al máximo en cada partido. Trabajaba bien, entrenaba bien, sentía amor propio por lo que hacía y por eso las dos cosas que yo le pido más a mi equipo es que juegue bien al fútbol y que se entregue en la cancha, porque después de que tenga actitud de hacer las cosas bien, seguro que todo va a salir de la mejor manera.
¿Cómo ha hecho para con poco lograr lo que ha alcanzado?
No somos un equipo de grandes recursos y nos adaptamos a eso. Pero entendemos que para esta competencia tenemos que llevar nuestros mejores argumentos, y los nuestros no pueden ser los de ir mano a mano contra otros clubes que tienen un nivel más alto, sino fortalecernos en el trabajo colectivo, para conseguir los resultados, y eso lo ha entendido el grupo.
¿Cuál es su estilo para dirigir en el fútbol?
Tratar de hacer cosas diferentes a lo que estábamos acostumbrados, no con una nueva metodología, sino agregándole cosas importantes, como la parte mental, concienciar al jugador de que tiene 4 ó 5 meses para trabajar y no hay tiempo para otra cosa, sino para dedicarnos a nuestra parte laboral, pues debemos responderle a una hinchada y a unos directivos. En ese sentido tenemos jugadores profesionales.
¿Y cómo es su filosofía de juego?
Eso es lo más importante. Nuestra filosofía futbolística es que todos defendemos y todos atacamos, y en ese sentido hemos diseñado una metodología de trabajo en la que la pelota se hace parte fundamental en el día a día de cada entrenamiento, con muchos detalles que requiere de jugadores dispuestos y hemos encontrado una buena receptividad ante el trabajo, con jugadores profesionales y líderes que han ayudado para que las cosas vayan saliendo de la mejor manera.
¿Cómo logró que los jugadores asimilaran sus conceptos?
Este equipo tiene más de 80 partidos juntos, algunos llegaron este año y nos hemos fortalecido con base en trabajos específicos, ejercicios aplicados, todo gira entorno al balón, en espacio reducido y en la búsqueda del gol, y con eso, poco a poco va haciendo que ellos sientan que ese trabajo da resultado y hemos tenido la fortuna de encontrar jugadores que creen en lo que nosotros hacemos.
Como entrenador joven ¿Qué hizo para que le creyeran y aplicaran sus conocimientos?
Yo estoy empezando en esta carrera y a veces el jugador que ya lleva tiempo lo piensa para hacer los trabajos, pero cuando se dan cuenta que las cosas se dan, como lo alcanzado este año, entonces el jugador se da cuenta que esa manera de trabajar vale la pena y da resultados.
Con esas bases ¿Cómo define a su Deportivo Pasto?
Somos un equipo que juega fútbol y propone tanto de local como de visitante, esa es la idea, que no cambiemos, sea en cualquier ciudad, para hacer valer una identidad de juego que nos permite ir a buscar resultados.
¿Y cómo están para el título?
Muy motivados, este equipo ha venido haciendo un buen trabajo y nos dejó muy buena impresión y satisfacción la forma como le ganamos a Tolima, porque lo hicimos con todos los detalles, así que repetir esa noche en la final sería lo ideal, pues si lo hacemos estaremos muy cerca del título.
¿Se imaginó en enero estar en esta final?
No, no nos imaginábamos estar en la final, teníamos una fe en el trabajo de nosotros, pero no sabíamos hasta dónde íbamos a llegar. Se fueron presentando las cosas, poco a poco, pero lo que sí teníamos en la cabeza era que nuestro único objetivo no era sólo salir del descenso, pues iba mucho más allá y era clasificar a semifinales y estando allí se dio todo.