Dos campeones, un amor

No fue amor a primera vista, pero sí han logrado consolidar una bonita relación. Así lo reconocen ellos mismos, los campeones mundiales de patinaje Cecilia “La Chechi” Baena y el francés Yann Guyader, quienes desde hace seis meses no sólo ganan carreras y dinero por todo el mundo sino que además comparten juntos muchas otras cosas que los llena de una infinita felicidad. De rodar por todas las pistas del planeta pasaron, entre otras cosas, a comerse un helado, ver una película, escuchar música e ir a bailar un rato, cuando así se lo permite la dura agenda que tienen estos dos duros del patinaje mundial que por estos días se encuentran en Cartagena descansando y de paso recargando baterías para el año que recién empieza. Ambos compiten para el Powerslide Matter, equipo que participa con un fuerte grupo de patinadores en la “Copa Mundial de Maratones de Patinaje de Carrera”, certamen que se desarrolla durante nueve meses del año en ciudades europeas, en su gran mayoría, y en el que sólo participan los mejores de los mejores. “La Chechi” afirma que el encontrarse continuamente en las maratones hizo que se fueran acercando de apoco. “Yann patina en Powerslide hace cinco años y yo ingresé a ese equipo hace uno. Yo vivía en Alemania y él en Francia. Empezamos a hablar mucho por internet y cada vez que nos encontrábamos en las competencias, después de correr, compartíamos más tiempo juntos. Así fue como la cosa comenzó a fluir”, dice Cecilia, quien este año, por segunda vez consecutivo, se coronó campeona mundial de este importante certamen. “La Chechi”, quien tiene 21 años, asegura que lo que más le gustó de su nuevo amor es lo perfeccionista que es. “Nunca se rinde a pesar de las adversidades, es un luchador de la vida y creo que ese es el secreto de sus resultados deportivos. Además, es cariñoso y muy especial. Estaba buscando una persona como él, que compartiera mis ideales”, agrega esta cartagenera que ha ganado más de 20 títulos mundiales para Colombia. “De ella me gustó todo” Yann, subcampeón de la “Copa Mundial de Maratones” en 2009 y campeón de la misma en 2008, asegura, por su parte, que de ella le gustó todo. “Es una adición de muchas cosas, que no son fáciles de explicar. Su forma de ser es espectacular y eso me fascina. En lo deportivo lo que más me gusta es que Cecilia cada vez que sale a competir quiere ganar, el espíritu de triunfo nació con ella”, comenta este francés, de 25 años, quien en reiteradas ocasiones también ha sido campeón mundial. La relación sentimental, relatan, se inició el año pasado en Biel (Suiza), después de concluir una carrera en la que ninguno de los dos logró figurar. “Íbamos hacia el hotel y recuerdo que mientras yo caminaba él venía en patines. De un momento a otro me llevó a una fuente de agua que se apareció en el camino y de ahí salió la conversación que comenzó a cristalizar la relación”, dice Baena. Ellos, contrario a lo que muchos podrían pensar, cuando están afuera de la pista no hablan de patinaje. “Necesitamos una vida afuera del deporte para poder disfrutarla y eso hacemos”, agrega Guyader. Han aprendido juntos Pese a que ambos patinan con maestría reconocen que se ayudan el uno al otro. “Él sabe muchísimo de ruedas y me ayuda a escoger cuál debo utilizar en cada pista”, dice Cecilia, mientras que Yann afirma: “De ella he aprendido la pasión que se debe sentir para patinar porque en Europa es diferente”. El francés insiste que si hay una cosa en la que se diferencia el patinador colombiano con el europeo es en la forma cómo asumen el reto cada vez que se ponen unos patines. “En Europa hay una vida diferente, todo es más fácil y lo que hacemos no lo hacemos gratis sino para ganar dinero. Allá, al cabo de un tiempo la gente deja el patinaje u otro deporte y se dedica a los estudios y luego consigue un buen trabajo. No gozan tanto las victorias, mientras que en Colombia lo primordial es disfrutar, patinar por orgullo, eso se les nota en las competencias. Obviamente también ven en el patinaje una posibilidad de ganar dinero, pero allá no se mira de esta forma”, indica Guyader. Son dos ganadores de tiempo completo, dos deportistas dignos de admirar y dos figuras de talla mundial. Por ello sus consejos resultan muy valiosos para quienes se inician en el patinaje. “Invito a los jóvenes a que entrenen con disciplina y mucha dedicación y a los padres de familia a apoyar a sus hijos en sus deseos de ser los mejores”, dice Cecilia. El mensaje de Yann es distinto: “Los invito a que sientan pasión por el patinaje. Se puede ganar una competencia sin disfrutar, pero no es lo ideal, invito a los niños a disfrutar de este deporte”. Pensando en regresar “La Chechi”, la patinadora más brillante de todos los tiempos en Colombia, no descarta regresar a la tierra que la vio nacer. “El buen hijo siempre quiere volver a casa, cuando me fui lo hice porque no había ninguna clase de respaldo. Sin embargo, el deporte en Bolívar ha recibido un nuevo aire con el apoyo que está brindándole el Iderbol a los deportistas, algo que antes no se daba de esta manera. Los deportistas de Bolívar ahora saben que sí tienen los apoyos para quedarse y competir por su departamento”, afirma. Ella asegura que está donde están las oportunidades. “Hemos estado en conversaciones y ojalá se pueda llegar a un acuerdo. Sueño con seguir metida en el patinaje y ayudar en la masificación de este deporte en Bolívar. Yann también quiere quedarse, puede ser un aporte importante para hacer que el patinaje bolivarense comience a tener gran figuración en las pruebas de fondo. Queremos reunirnos con los directores de los institutos (Iderbol e Ider) para que ellos escuchen las propuestas que tenemos y obviamente para escucharlos a ellos. Si tenemos las garantías, nos quedamos”, puntualizó Cecilia. Seguirán rodando En el 2010 seguirán participando en la “Copa Mundial de Maratones de Patinaje”, pero de llegar a un arreglo para quedarse en Cartagena, “La Heroica” sería su sitio de entrenamiento. De aquí viajarían a Europa a competir en este certamen, que se realiza durante nueve fines de semana en el año. Hasta finales del mes de enero ambos seguirán rodando en Cartagena, en donde no sólo se prepararán para cosechar más triunfos en esta temporada sino para vivir momentos inolvidables que les permitirá afianzar más su relación sentimental. El Centro, las playas de Bocagrande y los sitios turísticos de la ciudad seguramente hechizarán a Yann Guyader. Sí. La bella Cartagena jugará un papel importante en esta relación que marcha sobre ruedas...