El gran momento de ‘Mao’ Molina que pide Selección Colombia

Los aficionados de ocho países han disfrutado de la zurda de Mauricio 'Mao' Molina, el mediocampista colombiano de 31 años que suma 141 goles en su carrera deportiva y que ha sido el único colombiano en convertirse en el máximo goleador en un Mundial de Clubes.Los aficionados de ocho países han disfrutado de la zurda de Mauricio Mao Molina, el mediocampista colombiano de 31 años que suma 141 goles en su carrera deportiva.
Fue campeón con Colombia en la Copa América de 2001, figura del Santos de Brasil en la Copa Libertadores de 2009 y goleador del Mundial de Clubes en 2010 con el Seongnam de Corea, pero nunca más lo volvieron a convocar a una selección nacional.
Ahora, en el FC Seoul, disfruta de estabilidad y madurez, y no se explica por qué lo olvidaron.

¿Cómo analiza los tres años que lleva en el fútbol asiático?
“En Corea del Sur ha sido la gran oportunidad de mi vida. Encontré un país que me cambió la vida completamente, por el buen rendimiento y porque hallé lo que buscaba que era estabilidad y tranquilidad; afianzarme en un lugar y no estar de un lado para otro. Aquí me recibieron bien, me han tratado de la mejor manera y eso se refleja en mi desempeño deportivo”.

¿Valió la pena cambiar el fútbol brasileño por el coreano?
“No me arrepiento. El cambio fue para bien, soy un afortunado de conocer y disfrutar de la calidad de vida acá. Obvio que dejar una liga tan com-petitiva como la brasileña se podría ver como un error, pero no lo fue, porque en lo económico resultó mucho mejor para mí”

¿Le aconsejaría a un jugador joven irse a una liga poco reconocida?
“En Colombia hay un concepto errado cuando se miran ligas diferentes a las europeas. Uno como jugador debe darse cuenta de que no todos van a tener la fortuna de vincularse a plazas de primera clase, así se tengan condiciones y capacidades. Es un privilegio en el que no hay espacio para todo el mundo, llegar a Europa no es tan fácil como todos piensan. Es un juego que hay que aprender a jugarlo. Muchos prefieren asegurar su futuro y eso res-petable. Es una decisión difícil, de vida, uno no sabe qué puede pasar en el mañana”.

Algunos periodistas e incluso jugadores como Fabián Vargas han manifestado que con usted se comete una injusticia al no ser llamado a los últimos procesos de Selección, ¿qué opina?
“Creo que sí, porque he visto procesos de seleccionadores que han llamado hasta 80 jugadores y no me cabe en la cabeza que yo no pueda estar en ese grupo para ser mirado y tener una oportunidad. Llevo más de ocho años jugando por fuera del país y me he sostenido. Ahora estoy en una liga leja-na, de la que se tienen pocas noticias, pero considero este hecho de mucha más trascendencia e importancia porque no es fácil venir a un país como es-te, ser figura y ganar campeonatos como lo he hecho”.

¿Siente algo de decepción?
“Creo que no se ha valorado lo suficiente lo que he hecho por fuera del país. En esos procesos debía haber jugadores de toda clase y yo no estuve ahí, a pesar de que tuve mi pasado con la Selección: campeón de Copa América, jugué la Copa de Oro y algunos partidos de eliminatorias al Mundial. No ser tenido en cuenta le da a uno dolor y le da un poco de insatisfacción, porque uno como profesional trabaja y guarda la esperanza para estar en la Se-lección”.

Y máxime con buenos resultados, como ser goleador del Mundial de Clubes...
“He tenido momentos muy buenos. Fui goleador del Mundial de Clubes que es un certamen de primer nivel. En el Santos, un club grande y de una liga vistosa, estuve como máximo anotador parcial de la Copa Libertadores y tampoco fui llamado a la Selección. Obvio que lo mío pasa por otras cosas diferentes a que muchos hablan de que estoy en una liga no llamativa. No sé, puede ser por gustos del entrenador o por otros motivos que desconozco”.

¿Considera que el fútbol asiático es de poca monta?
“Al contrario. El fútbol de Corea del Sur ha progresado mucho en los últimos años. Tiene jugadores en las mejores ligas del mundo. A nivel de se-lección nos lleva una gran ventaja, ya fue cuarto en el Mundial que organizó en 2002. En las dos últimas copas del mundo pasó la primera fase de gru-pos, con buena impresión. No se puede desmeritar una liga como esta, que no es inferior a la colombiana. Veo que varios jugadores del torneo nuestro son llamados a la Selección y no entiendo por qué uno de Corea no pueda ser convocado”.

¿Ni siquiera le han hecho seguimiento?
“Esa ha sido la mayor sorpresa. Nunca he recibido un comentario de que me van a observar en los procesos de Pinto, Lara, Rueda, Bolillo, Leonel. Jamás recibí un llamado de ellos. Ni en los momentos que estaba triunfando en el Santos, ni cuando fui campeón de Asia con el Seongnam Ilhwa Chunma y goleador del Mundial de Clubes de 2010”.

¿Cree que los técnicos son mediáticos cuando llaman a sus jugadores y se dejan deslumbrar por la presencia de esos jugadores en ligas más poderosas como las de Europa?
“Hay jugadores colombianos en Italia, Francia y España que si están allí es por su alto nivel y son convocados a la Selección por méritos. Marcelo Bielsa, uno de los mejores entrenadores del mundo, llevó a Jorge Valdivia como número 10 de Chile para el Mundial, a pesar de que él actuaba en Emi-ratos Árabes. Un equipo se lo llevó por tres años y lo seguían convocando. El concepto nuestro es equivocado y no tiene razón de ser”.

Su edad, 31 años, le permite aspirar a estos procesos, o ¿cree que ya tiene muchos kilómetros encima para las cargas de Selección?
“Siempre me he visto en condiciones de estar en la Selección. Confío en mis capacidades y sé de mis virtudes. En determinado momento podría aportar como volante con buen tiro libre, con gol. Obvio que el que lo tiene que ver a uno es el técnico”.

¿Qué jugadores considera no han tenido la suerte de ser convocados?
“No sé qué pasó con Fabián Vargas, que desde los 20 años estuvo en la Selección y nunca más fue llamado. Vladimir Marín tiene mucha capacidad y respondió bien cuando se puso la tricolor. Víctor Montaño hace muchos goles en Francia y es poco tenido en cuenta. También me ha parecido in-justo lo que han hecho con Edwin Valencia que lleva tantos años en Brasil, donde fue campeón. Seguro se me pasarán otros nombres...”.

¿Cuáles son los planes deportivos?
Uno en el fútbol no puede planificar mucho. Tengo dos años de contrato con el actual club y Dios quiera que puede renovar. En este equipo estoy contento, quiero quedarme en Corea cuatro años más. Eso sería perfecto y ojalá se dé”.

¿Y volver a Colombia?
“Me gustaría terminar en Colombia. Me he cuidado mucho, me entreno bien, pues uno en el exterior tiene que llevar una vida tranquila, sana, ren-dir porque el jugador extranjero siempre tiene una presión mayor que es demostrar más que el local. Esto obliga a ser mejor y más competitivo todos los días. Quiero volver con fuerza para cerrar bien mi carrera”.

¿Hay un equipo especial?
“Obviamente el Medellín, como primera opción. También lo he dejado claro, que depende de los directivos y cuerpo técnico del momento. Sería una bonita oportunidad”.

¿Qué significa ser el segundo jugador colombiano en jugar ligas de afuera, después de Hamilton Ricard?
“Cuando inicié no esperaba que mi carrera fuera a ser tan nómada ni ajetreada. Pero todo pasó muy rápido. Unas veces porque me fue mal y otras por buen desempeño que me llevaron a tener nuevos contratos. Cada vez que terminaba un torneo aparecía una propuesta para mí. Tengo la mentali-dad bien puesta y firme para saber que para mantenerte en el exterior hay que ser diferente. La perseverancia ayuda”.

De los países en que ha actuado, ¿cuál lo ha marcado?
“Son ocho: México, Emiratos Árabes, Argentina, Paraguay, Serbia, Brasil, Corea del Sur y Colombia. Tengo un cariño especial por dos, sin incluir a Colombia que no compite con ninguno. Mis otras dos casas han sido Brasil y Corea. En el primero estuve año y medio, fue maravilloso, tanto mi fami-lia como yo lo disfrutamos. Aprendí a quererlo, su cultura es muy parecida a la nuestra. Además, allí nació mi hija y eso lo lleva a uno a tener un senti-miento especial. Y Corea es donde más he durado, tres años. Aquí he pasado momentos profesionales increíbles. La forma como me tratan es muy espe-cial”.

¿La familia se adaptó bien?
“Sí, es un país avanzado, se puede vivir bien, con una calidad de vida alta. Es tranquilo, seguro y no tenemos problemas con la comida, aquí se en-cuentra de todo. Los hijos tienen muchos amigos en las escuelas”.

¿Qué le hace falta de Colombia?
“Mi mamá, mi hermano, la ciudad... Nosotros somos muy apegados a Medellín. Los amigos, el ambiente. Extraño el Atanasio y el Parque Estadio Sur, todas esas vivencias. Poder salir a comerse una arepa de chócolo, un pastel de arequipe, un chicharrón. Pero para eso habrá muchos años. Esta ca-rrera es corta y hay que aprovecharla”.